La marca de productos de maquillaje Maybelline, realizó un experimento en Australia donde dos reconocidos gamers hombres jugaron varias partidas de videojuegos, con un cambio, sus voces serían modificadas para sonar como voces de mujer, todo esto con el fin de demostrar el sexismo que viven las mujeres al jugar un videojuego en línea.
En la iniciativa participaron dos gamers masculinos de origen australiano, Joel Bergs y DrewDog, a quiénes se les grabó mientras participan en las partidas con su voz modificada por un modulador, mientras PaladinAmber y Luminum, dos gamers femeninas servían como espectadoras.
Junto con el proyecto se grabó un video, donde podemos observar la experiencia de los jugadores, junto con testimonios de las chicas sobre cómo estas experiencias son más comunes de lo se ve en la comunidad de videojuegos.
Este video fue difundido en las redes sociales de la marca, donde obtuvo 1.2 millones de vistas en TikTok; así como también fue proyectado en la Eyes Up Cup, un torneo donde participaron las más reconocidas gamers australianas, jugando una versión de Fornite hecha especialmente para la marca de cosméticos.
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