En esta nueva era de la publicidad, las marcas ya no sólo quieren vender un producto, quieren conectar con sus consumidores, es por eso que ahora todos utilizan el marketing emocional.
El marketing emocional es una estrategia publicitaria, la cual se encuentra muy en tendencia últimamente, que busca establecer una conexión emocional entre el consumidor y la marca. En lugar de enfocarse en las características y beneficios del producto, el marketing emocional se enfoca en cómo el producto o servicio puede hacer que el consumidor se sienta.
Para esta estrategia, las marcas utilizan el llamado “Storytelling”, en donde buscan usar historias que resultan familiares hacia los consumidores en forma de relato, para así poder conectar con las emociones de la audiencia.
Un ejemplo de marketing emocional es la campaña de Dove «Real Beauty». Esta campaña se enfoca en la idea de que todas las mujeres son hermosas y valiosas, independientemente de su apariencia física. Los anuncios presentan mujeres reales, en lugar de modelos, y enfatizan la importancia de la confianza y la autoestima. Esta campaña estableció a Dove como una marca que se preocupa por las mujeres y busca promover su bienestar emocional.
Otro ejemplo más reciente de marketing emocional es el comercial de Google «Loretta» de 2020. En este comercial, un hombre mayor utiliza el asistente de voz de Google para recordar los momentos más preciosos de su vida junto a su esposa, Loretta. El comercial evoca sentimientos de amor, pérdida y nostalgia, y establece a Google como una marca que se preocupa por las emociones de sus usuarios.
Con esta estrategia las marcas puedan deslindarse de siempre brindar una imagen fría a sus consumidores, ayudándoles a generar pensamientos y recuerdos positivos, utilizando historias que a ellos les conmueven.
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