Se sabe que en las semanas previas al Festival de Cannes aparecen anuncios o campañas o casos o etcéteras que se dan a conocer al público (o más bien a la comunidad publicitaria) porque van a competir allá. Ver todo este trabajo y, más aún, compartirlo, es una tarea ciclópea que, desde luego, no pienso realizar.
Pero este caso me llamó la atención por varias razones. Una, descubrir que existe un “World Bee Day”, o Día Mundial de la Abeja, y que es el 20 de mayo. Otra, que en Suecia hay un proyecto de sostenibilidad en marcha, encarado por McDonald’s, y que consiste en instalar colmenas en sus azoteas. Se trata de una iniciativa que comenzó con un local pero que ya se ha expandido a cinco, y ya hay otras franquicias alrededor del mundo que están evaluando sumarse.
Todo esto sirve como introducción al caso, que tiene un nombre muy común en los aspirantes a ganar un León: conviene ser “el XXX más grande del mundo” o bien “el XXX más pequeño del mundo” o similar. Este es, como ya lo revela el título de esta nota, el McDonald’s más pequeño del mundo. Es una réplica chiquita de un McDonald’s que, en realidad, es una colmena. Lo hizo Nord DDB, lo llaman “McHive” (McColmena) y tiene una entrada principal para abejas, además de un McDrive y mesas afuera. El restaurante fue diseñado por Nicklas Nilsson y ya ha sido subastado por 10.000 dólares en un evento a beneficio de la obra de caridad de Ronald McDonald.
Alguna vez leí que si desaparecen las abejas, muy poco después le pasaría lo mismo a la humanidad. Ojalá este caso sirva para alertar al respecto, aunque hay que ver qué les pasa a las abejas que se coman un Big Mac.
(Fuente: AdAge)
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