¿Cómo influye la creatividad en el ser humano? Para empezar entendamos creatividad como la energía más vital (e instintiva) que nos mueve, justamente para asegurar nuestra supervivencia. Esa energía, se alimenta de nuestra imaginación, de nuestras ideas, por ende su finalidad es transformar algo intangible en tangible. Veamos. El ser humano es creativo por naturaleza, la creatividad es una especie de herramienta que se nos concedió para resolver problemas, para ver el mundo desde diferentes ángulos, para responder a problemáticas del entorno.. pero sobre todo, se nos dio para descubrir e ir desarrollando nuestras propias habilidades. Es decir, es una energía personal, y cada uno es responsable de exponenciarla (o no). Todo el mundo es creativo, en distintos grados, y sabemos que desde cualquier campo se puede desenvolver esa habilidad creativa. Desde la esfera de la economía, la ciencia, el arte, el deporte, etc. Solo se necesitan tres aspectos, como lo sugiere el maestro Ken Robinson: • Pasión Lo que más nos apasiona nos hace creativos, nos hace crear ..nos hace mejores. El punto es descubrir esa pasión, eso que nos mueve. Lo ideal sería estar conscientes de que determinada actividad o área, le da valor y sentido a nuestra vida. Nos hace sentir vitales y tan cómodos como si estuviéramos en nuestro elemento. Pues bien. • Estar en nuestro “Elemento”. Estar en nuestro elemento es lo que más influye en nosotros y en los demás. Por ejemplo para el surfista “estar en su elemento” es estar en el mar. Para el mago es el escenario. Para el ilustrador es estar dibujando, etc, etc.. es algo muy obvio, pero si no hay pasión, de nada sirve estar ahí. Es decir, el elemento se ve condicionado por la pasión para que pueda fluir, si los mezclamos e integramos podemos ser mejores creativos y es lo que más va a transformar nuestro entorno (por qué? porque estamos creando y de alguna manera estamos influyendo positivamente en la sociedad y en los individuos). Y por último. • Control. Cuando controlamos nuestro elemento, nos volvemos expertos en nuestro campo. Nuestras habilidades se potencializan, se entrenan para que esa energía creativa esté en movimiento constante… y genere valor. Es decir, finalmente se percibe como un cúmulo de experiencia y conocimiento, que nos permite evolucionar, individual y socialmente. Me despido, Soy Erika, recuerden que la vida es orgánica, la podemos crear porque se puede imaginar. ¿Ustedes qué opinan? ¡Hasta la próxima!
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