Analicemos el caso de la música grupera y la mercadotecnia alrededor de ella, y cómo se han ido posicionando ciertos productos en este tipo de consumidor, a partir de que el gusto musical se convierte en un estilo de vida. Comencemos con algo simple. En México, mientras se pudiera creer que Levis es la marca líder en cuestión de mezclilla, el mercado de los amantes del rodeo prefiere Wrangler. Sobre espectáculos, en el centro de la república encontramos los llamados jaripeos, en el norte los rodeos y hasta podemos hallar empresas especializadas en este rubro como PBR (The Profesional Bull Rider). En el caso de los medios, la radio ha sabido atraer la atención de este nicho con estaciones gruperas, con contenido popular a nivel regional. En la televisión de paga podemos encontrar incluso canales exclusivos sobre este género musical, como Banda Max o Ritmo Son. Ahora, seamos críticos con lo extramusical. Los artistas o sus manejadores, ya no se preocupan por la calidad de su producto musical, de las letras, de las canciones; hoy las estrategias han cambiado, inclinando la balanza hacia la imagen y la apariencia; con esto YouTube hace el resto. Por otra parte, hoy la televisión y diversos medios, entremezclan la información con el entretenimiento. De pronto la detención de un cantante (Gerardo Ortíiz) se vuelve nota de ocho columnas. Al parecer la función de las disqueras y promotoras ha quedado rebasada. Lo que vende actualmente es el escándalo. Mientras en este país (México) las cosas no están nada bien, de frontera a frontera, parece increíble que los medios de comunicación masiva quieran centrar nuestra atención en temas intrascendentes, como la aprensión del vocalista de una banda grupera. Absoluto pan y circo. Cuesta aceptar que un amplio segmento de la población consuma este tipo de información, cuando más atentos debiéramos estar en otros temas, políticos principalmente. Todos tenemos preocupaciones y necesidades y hay un sector en la ciudadanía que lo tiene bien definido: consumir, escuchar, aspirar y optar por el ¡Fierro Pariente! Imagen cortesía de iStock
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