Hace unos días (incluso antes del famoso día de los Santos Inocentes) circuló una publicación en Facebook que ofrecía una camioneta de regalo a cambio de: un “like”, un “compartir”, y un comentario sobre el color deseado. Se ha llegado a comentar que fue un experimento de una universidad, cosa que dudo mucho, pues las conclusiones están escritas de manera muy deficiente. Todo este escándalo derivó en lo más obvio: la promoción era falsa. Claro, tenía toda la pinta, número de seguidores, fecha de creación de la página, y sobre todo, la pista más inminente: regalar por regalar al azar en lugar de premiar a auténticos clientes. Sí, era muy claro, sin embargo, a mí lo que me impresionó más, fue el odio y resentimiento social contra la gente que compartió la publicación. Se conjuraron insultos, burlas, y mucho rencor. Entiendo que hay gente que está esperanzada en un golpe de lotería, o gente que cree que compartiendo frases motivaciones tendrá éxito en la vida. Pero me parece que tendríamos que ser más tolerantes, no significa estar de acuerdo, pero podríamos sin ofender a nadie, simplemente omitir notificaciones de x persona en Facebook, o silenciar su timeline en Twitter. ¿Para qué se pelean? Les deseo lo mejor en este nuevo año que está por comenzar. =)
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