Comunicar según la definición tradicional, se trata de hacer llegar con éxito un mensaje a un receptor a través de un canal que comparta con el emisor y en un código o lenguaje que comprendan las dos partes. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y tanto el mensaje, como el canal y el lenguaje, ya no son los mismos. El mensaje, el lenguaje y el canal se están adaptando para seducir a los nuevos consumidores. Los tiempos han cambiado porque lo han hecho los receptores de ese mensaje. La televisión ya no es esa caja tonta que nos trataba también como auténticos tontos, ni las páginas impares de los periódicos causan el mismo efecto. El éxito de las campañas de marketing y publicidad de las compañías se miden por impactos, y cualquier espectador, lector o usuario puede tirar por tierra millones de pesos o dólares de inversión publicitaria con un simple «tuit». Todos somos jueces y censores, y eso obliga a las empresas a cambiar su manera de comunicar. El reto actual de las agencias y departamentos de marketing y comunicación pasa por descifrar esos nuevos lenguajes para hacer llegar a emisores cambiantes un mensaje que los «atrape» a través de un canal atractivo. Y parece que se han encontrado algunas fórmulas efectivas, por ejemplo el Product Placement. A nadie le pasa desapercibida la Pepsi que se bebe Brad Pitt en Guerra Mundial Z, el Audi que conduce Iron Man o los Blackberry en House of Cards. En la misma línea de «vender con impacto» encontramos el Branded Content, una fórmula a través de la cual las empresas nos introducen sus productos de una manera contextual, creando un relato útil para la audiencia, con aplicaciones directas a nuestro quehacer diario, usando la información práctica como vehículo de promoción y llegando al cliente de un modo más atractivo, práctico y menos agresivo que la publicidad tradicional. La venta se basa en la confianza en una marca, gracias al Branded Content, la publicidad deja de interrumpir el contenido para convertirse en contenido en sí misma. También está el Marketing Visual de Contenidos que tiene como objetivo «vender por los ojos», y es que los datos hablan por sí solos, el 90% de la información que llega a nuestro cerebro es visual; y el 40% de la gente responde mejor a una información visual que a un texto plano, además el 75% de las decisiones de compra no están planeadas, sino que responden a impulsos propiciados por sensaciones, especialmente visuales, ya que las imágenes las procesamos 60.000 veces más rápido que el texto. Decía Colin Powell, ex Secretario de Estado de EE.UU que «no hay secretos para el éxito, este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso», y de ese «fracaso» de la comunicación tradicional debemos reponernos apostando por estos nuevos modos de llegar al público de una manera efectiva, ya lo decía Albert Einstein: «si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Imagen cortesía de Fotolia
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