La famosa “página en blanco” es más bien una leyenda folclórica ennichada en las artes e industrias creativas que un hecho concreto. Es decir, ¿cuántas veces en serio has tenido que crear de la nada? De cero, sin brief, sin categoría de mercado, sin nombre de marca, sin producto siquiera… Siguiendo estos breves tips podrás despedirte de la desesperación de esas veces en que no se te ocurre nada interesante o nuevo qué decir, sin embargo, te sorprenderá redescubrir que… La respuesta creativa nunca está en la página en blanco Pero en la página en blanco sí está el principal enemigo de la creatividad: el estrés. Para desarrollar un mensaje necesitamos pensar, pero esto es imposible si en tu cerebro el único pensamiento disponible es “no traigo nada”, “no se me ocurre nada”. Si te dices eso una y otra vez estás ocupando a tu valiosísimo cerebro en lamentarse, en lugar de hacer lo que le toca: pensar. Líneas arriba preguntaba “¿En serio has tenido que crear desde cero?”. Ante cada campaña o proyecto nuevo, nunca estás en cero: cuentas cuando menos con la más mínima noción social de para qué sirve o en qué circunstancias se usa tu marca, así como del legado de miles de años de creación audiovisual y artística en la cual te puedes inspirar para una de tus estrategias creativas. Por tanto, el primer truco para salir de la página en blanco es ser literal: sal a la calle, abre un libro, aunque sea Internet, pues, pero salte de ese vacío que claramente no te dará ninguna respuesta. No hay nada nuevo bajo el Sol El “moderno” parkour se inventó por ahí de los años 20. La música electrónica data de principios del siglo XX. Los colores neón se desarrollaron hace más de 50 años y el stop-motion, hoy tan recurrido, es tan viejo como el cine mismo. Comprender que no estás obligado a “inventar” nada te ayudará a liberarte del estrés para dar paso a “¿qué elemento existente puedo utilizar o adaptar en favor de mi mensaje?”, “¿cómo y a través de qué medios se ha expresado este tema (la razón de ser de tu marca) a lo largo de la historia?”. Producir creatividad “por ocurrencia” vs. “por investigación” Un creativo común y corriente produce “por ocurrencia”. Se sienta a esperar a que una musa lo toque y “se le ocurra algo”. Está esperando a que un capricho neuronal le haga recordar el referente exacto que necesitaba en ese momento exacto. Como pueden ver, las probabilidades son mínimas y adversas. Por eso la página en blanco duele tanto. Un creativo bad-ass produce “por investigación”. Cuando “no trae nada” pone manos a la obra e investiga: ¿qué lee mi target? ¿Qué ve en el cine? ¿Qué canciones escucha? ¿Cada cuánto va de compras? ¿Qué hace el fin de semana? ¿Había nacido cuando la celebrity que elegí vivió su época dorada? (tú sabes quién Lucero eres). Y en medio de esa búsqueda, cosas interesantes ocurren, porque… El bloqueo creativo es un mito Y uno muy nefasto, pues vive directamente en el terreno de las justificaciones. Cuando esperas a la musa tu mente está llena de “no traigo nada”. Cuando investigas, tu mente está llena de datos, de correlaciones, de asociaciones, de noticias, de tendencias, de colores. ¿Y qué no es eso lo que usamos para crear en este negocio? Por estas razones me atrevo a decir que el bloqueo creativo no existe de la forma romántica en que casi siempre se expresa. Atrévete a empaparte de nuevos (y viejos) referentes simbólicos que te permitan abandonar el terror de la incertidumbre. Toma el control del artista que vive dentro de ti para volverte el publicista que sueñas ser. AUTOR Carly Balderas Sólo soy un pobre loco que nunca pudo armar un “circuito tanque” en la escuela de ingeniería y se volvió publicista. Imagen cortesía de iStock
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