Cuando hablamos de franquicias bien construidas, El Conjuro es uno de los mejores casos de estudio para creativos, marketers y estrategas de contenido. Más allá de los sustos, esta saga convirtió una historia de terror en un imperio de marca con impacto global, spin-offs, muñecos coleccionables, experiencias inmersivas y presencia constante en la cultura pop.
Y ahora, tras más de una década de éxito, ‘El Conjuro 4: Últimos Ritos’ marca el cierre de ciclo. Un movimiento que no solo emociona a los fans, sino que también refleja una jugada inteligente de branding: saber cuándo cerrar para dejar legado.

Estreno global con visión de producto
Warner Bros. ha elegido una fecha estratégica: 5 de septiembre de 2025 en EE. UU. y 4 en México, apuntando al inicio de la temporada de Halloween.
El estreno será en formato IMAX, apostando por una experiencia inmersiva que ya se ha convertido en parte del core experience de la saga.

Lecciones de marketing detrás del universo Warren
- Branding emocional: Ed y Lorraine Warren se convirtieron en embajadores de lo paranormal. La audiencia no solo va por el susto, va por ellos.
- Expansión de universo: La saga no se quedó en una sola historia. Annabelle, La Monja y La Llorona formaron parte del mismo universo, generando continuidad y múltiples puntos de entrada.
- Merchandising estratégico: Desde libros hasta réplicas de la muñeca Annabelle, el producto se convirtió en parte de la narrativa.
- Timing preciso: Cada entrega se lanzó cerca de Halloween o en fechas emocionalmente conectadas al terror, maximizando la atención y la taquilla.

Últimos Ritos: ¿una despedida o una transformación?
Aunque se anuncia como “el final”, muchos especialistas creen que este podría ser solo un cierre de capítulo para dar paso a un rebranding del universo Warren, posiblemente con nuevos protagonistas o formatos (¿serie?, ¿experiencias de realidad aumentada?, ¿streaming interactivo?).
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