Abril, 2025.- En un contexto donde la inteligencia artificial avanza con velocidad, ARK surge como una herramienta disruptiva para proteger a quienes más pueden verse afectados: los artistas. La nueva aplicación, creada por el guionista Ed Bennett-Coles y el compositor Jamie Hartman, permite a creadores registrar y blindar su propiedad intelectual desde el primer trazo o nota, usando blockchain, biometría y contratos inteligentes.
Con un enfoque innovador, ARK no espera al producto final para reconocer el valor del arte. La plataforma permite subir demos, bocetos, ideas y colaboraciones para validarlas como propiedad del creador mediante un sistema descentralizado, acuerdos de confidencialidad y tecnología de verificación. Todo esto tiene el objetivo de devolver la soberanía creativa a músicos, escritores y artistas visuales.
La propuesta va más allá de la protección legal: reafirma el valor del ingenio humano en un momento en que la IA amenaza con trivializar la originalidad y automatizar el proceso creativo. Frente a eso, ARK defiende que el arte comienza desde la intención, no solo desde el resultado.
Prevista para lanzarse en el verano de 2025, ARK ya cuenta con el respaldo de Claritas Capital y una alianza estratégica con BMI, organización clave en la gestión de derechos de autor. Su modelo de precios será escalonado según el uso de almacenamiento, y su estructura está diseñada para que los registros tengan validez legal en tribunales, ofreciendo evidencia sólida de autoría.
“Queremos que los artistas tengan sus propios momentos de muerte frente a la IA… y renazcan con herramientas que los protejan y valoren lo que aman hacer”, comentan sus fundadores.
En tiempos donde lo automatizado gana terreno, ARK llega como un contrapeso necesario: una plataforma que protege el alma del arte, desde su primer latido.
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