Febrero, 2025.- La película The Brutalist sigue la vida ficticia del arquitecto húngaro László Tóth, pero la verdadera creadora del impresionante edificio central es Judy Becker, diseñadora de producción cuya visión dio forma a la estética del filme.


Inspirada en el modernismo de mediados de siglo, la Bauhaus y la historia mundial, Becker dotó a la película de una arquitectura con una carga simbólica profunda. Su diseño del Instituto, eje narrativo de la historia, integró referencias a la arquitectura de los campos de concentración, reforzando el trasfondo emocional del protagonista.



El edificio no existe físicamente, pero su realismo en pantalla se logró a través de una combinación de maquetas, sets y locaciones reales en Budapest. Detalles como la proyección de la luz en forma de cruz y los materiales austeros evocan el brutalismo en su máxima expresión.
Más que diseñar escenarios, Becker se convirtió en la arquitecta de una historia ficticia, creando desde espacios hasta mobiliario inspirado en la Bauhaus, logrando que el trabajo de Tóth pareciera el de un arquitecto real.



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