Diciembre, 2024.- Desde 1974, KFC en Japón ha transformado el pollo frito en el equivalente al pavo navideño, estableciendo una tradición única que hoy mueve millones de menús cada diciembre. Cerca de 3.6 millones de pedidos confirman que el pollo de Kentucky Fried Chicken no es solo una opción; es un ritual que define la temporada navideña en Japón.
Una idea brillante que llenó un vacío cultural
El fenómeno comenzó con Takeshi Okawara, gerente del primer KFC en Japón, quien escuchó a expatriados lamentarse por la falta de cenas tradicionales de Navidad. En respuesta, creó la «cubeta de fiesta», una propuesta que incluía pollo y vino como alternativa al pavo. Este enfoque resonó en una sociedad predominantemente sintoísta y budista, sin costumbres arraigadas para la festividad.

Marketing estratégico y planificación impecable
Desde sus inicios, la campaña fue un éxito rotundo. Con una planificación que comienza en Julio, KFC Japón asegura que cada año estén listas las 300,000 cubetas y 800,000 paquetes que se venderán entre el 23 y 25 de diciembre. Además, el 40% de los pedidos son reservas anticipadas, realizadas desde noviembre para garantizar disponibilidad en los días pico.
La marca ha sido consistentemente estratégica: por más de 20 años, utiliza la misma canción en sus anuncios navideños, consolidando un vínculo emocional con la temporada. Este enfoque ha convertido a KFC en sinónimo de Navidad para millones de japoneses.
Una tradición que trasciende lo comercial
Aunque para el resto del mundo puede parecer insólito, la tradición de KFC en Japón es un ejemplo perfecto de cómo el marketing y la innovación cultural pueden transformar un simple producto en un símbolo festivo. Este fenómeno no solo evidencia el poder del branding, sino también cómo una marca puede adaptarse y crear nuevas costumbres al satisfacer necesidades culturales no atendidas.











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