En un mundo saturado de productos que apelan a lo tradicional, Sorry Nonna irrumpe con un enfoque fresco y audaz, desafiando los límites de las recetas clásicas italianas y, de manera divertida, pidiendo perdón a las abuelas que por generaciones han sido guardianas de estas tradiciones.
El diseño de la marca, creado por el estudio Weekdays, logra el delicado equilibrio entre lo vintage y lo moderno. La estética de los envases evoca tiempos pasados, con detalles que recuerdan a las cocinas de antaño, pero el uso de colores vibrantes y un copy irreverente aportan un aire atrevido que resuena con las generaciones más jóvenes. Este contraste entre el diseño nostálgico y el tono provocador es lo que realmente distingue a Sorry Nonna en un mercado saturado de productos que suelen seguir códigos tradicionales.

La verdadera chispa de la marca radica en su comunicación. Los protagonistas de su campaña publicitaria son nada menos que abuelas italianas enfadadas, un toque humorístico que juega con la idea de romper las reglas culinarias. Estas abuelas, quienes tradicionalmente serían las primeras en defender las recetas familiares, ahora aparecen molestas con la marca por «atreverse» a cambiar las reglas. El enfoque desenfadado genera una conexión emocional con el público, a la vez que añade un componente humorístico que hace que Sorry Nonna se destaque.
El nombre de la marca, Sorry Nonna (Perdón, abuela), ya es en sí mismo una declaración. Sugiere un tono juguetón y, a la vez, una disculpa por no seguir al pie de la letra las recetas clásicas. Sin embargo, más allá de esa disculpa, la marca celebra esa ruptura con lo tradicional, desafiando las convenciones y presentándose como una opción innovadora y fresca en el mundo de las salsas.

Uno de los grandes retos que enfrentó el equipo de Weekdays fue crear un diseño que, aunque rompiera con lo tradicional, se sintiera familiar para los consumidores. El objetivo era hacer que la marca fuera reconocible, pero al mismo tiempo emocionante y diferente. Este equilibrio se logra a la perfección, ya que el packaging vintage genera un sentido de nostalgia, mientras que los elementos modernos capturan la atención de un público que busca algo más que una salsa tradicional.
La campaña y el diseño han logrado funcionar en conjunto, capturando tanto la esencia familiar como la frescura de una propuesta nueva. En un mercado donde muchas marcas optan por apelar a la autenticidad y las recetas de «toda la vida», Sorry Nonna se atreve a desafiar esas mismas tradiciones con una mezcla de respeto y irreverencia. El resultado es una marca que no solo destaca por su identidad visual, sino también por su capacidad de conectar con un público que valora tanto la herencia cultural como la innovación.

Sorry Nonna es más que una simple marca de salsas; es un reflejo de cómo las tradiciones pueden reinventarse sin perder su esencia, y cómo el humor y la nostalgia pueden convivir en armonía para crear una propuesta que realmente resuena en el mercado moderno.
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