La semana pasada, Amazon lanzó Rufus, un nuevo asistente de inteligencia artificial diseñado para ayudar a los compradores a encontrar productos de manera más eficiente. Sin embargo, surge la pregunta sobre si esta función es simplemente otra estrategia de Amazon para controlar lo que se vende en su plataforma y beneficiar a unos pocos patrocinadores.
Amazon ha enfrentado acusaciones previas de prácticas comerciales anticompetitivas y de sesgar los resultados de búsqueda para favorecer sus propios productos. Por ejemplo, la Comisión Federal de Comercio (FTC) presentó una demanda antimonopolio contra Amazon en 2023, alegando que la empresa había “sesgado los resultados de búsqueda de Amazon para dar preferencia a sus propios productos sobre aquellos que Amazon sabe que son de mejor calidad”.
Además, la FTC también afirmó que Amazon operaba un sistema de «pago por juego», donde los productos que estaban dispuestos a gastar más en publicidad recibían una mejor facturación. Aunque Amazon niega estas acusaciones, la realidad es que la empresa opera en un sistema en el que los productos respaldados por publicidad reciben mejor facturación. Esto plantea dudas sobre si Rufus realmente ofrecerá recomendaciones imparciales o si estará influenciado por los intereses de los anunciantes.
El algoritmo detrás de Rufus es un secreto bien guardado, y Amazon se ha negado a discutir cómo funciona. Si bien inicialmente Rufus parece no estar influenciado por la publicidad, algunos expertos sugieren que es probable que Amazon eventualmente permita resultados patrocinados para aumentar los ingresos.
Independientemente de cómo evolucione Rufus, Amazon tiene una ventaja sobre sus competidores en inteligencia artificial debido a su vasta cantidad de datos personalizados y de compras, y si bien Rufus tiene el potencial de mejorar la experiencia de compra para los usuarios, debido a los antecedentes de competencia desleal de Amazon, también plantea preocupaciones sobre la imparcialidad de sus recomendaciones y el papel de la publicidad en su funcionamiento, especialmente en lo que respecta a la influencia de los patrocinadores en las recomendaciones de productos.
Aunque Amazon ha negado estas acusaciones y ha defendido sus prácticas comerciales, expertos en el tema siguen cuestionado la imparcialidad de la plataforma y han expresado preocupaciones sobre el impacto en la competencia del mercado en línea.