La empresa matriz de Squishmallows, Jazwares, ha lanzado una demanda contra Build-A-Bear por su reciente línea de juguetes kawaii Skoosherz, acusándola de copiar las «caras kawaii simplificadas de estilo asiático» de sus propios juguetes. Sin embargo, Build-A-Bear ha contraatacado con su propia contrademanda, argumentando que Skoosherz es simplemente una extensión de su línea existente de adorables animales de peluche.
Esta no es la primera vez que Jazwares, propiedad de Warren Buffet, presenta una demanda por infracción de derechos de autor. Anteriormente, en noviembre de 2022, demandó a unos 90 comerciantes por vender Squishmallows falsificados, obteniendo una orden judicial dos meses después. Además, en marzo de 2023, agregó a Alibaba como acusado en otro caso.
Los Squishmallows son conocidos por sus personajes adorables, que pueden ser frutas, verduras, animales o incluso híbridos como un Carlino vestido de sandía o un pingüino disfrazado de piña. Este tipo de creatividad convirtió a los Squishmallows en un fenómeno de las redes sociales, especialmente entre los adolescentes que comparten sus colecciones en plataformas como TikTok e Instagram.
Dicho éxito de Squishmallows ha sido impulsado por el respaldo de celebridades como Lady Gaga, Kim Kardashian y Charli D’Amelio, quienes han promocionado los juguetes entre sus seguidores. Este fenómeno ha llevado a Squishmallows a ser el juguete más vendido en Estados Unidos, obteniendo premios como el Mejor Producto del Año y la Licencia del Año en los TOTY Awards de 2022.
Jazwares alega que los nuevos juguetes Skoosherz de Build-A-Bear se parecen demasiado a los Squishmallows, buscando capitalizar el éxito de la marca. Por otro lado, Build-A-Bear argumenta que Skoosherz es simplemente una extensión de su línea existente de animales de peluche.

La batalla legal entre Jazwares y Build-A-Bear destaca la importancia de proteger los derechos de propiedad intelectual en la industria del juguete. Ambas compañías están luchando por defender sus productos y mantener su posición en el mercado.
En última instancia, esta disputa legal tendrá un impacto en la forma en que las empresas crean y comercializan sus juguetes en el futuro. Mientras tanto, los consumidores observan con interés para ver cómo se resuelve esta batalla por los juguetes kawaii.