La cadena de peluquerías Llongueras ha llevado a cabo una colaboración innovadora con la modelo digital Aitana López, creada por la agencia barcelonesa The Clueless. Después de lanzar la primera colección cápsula de looks de cabello en NFT para el metaverso en 2022, la marca continúa su camino hacia la innovación al realizar el primer cambio de look de Aitana López.
Este hito, destacado como un logro significativo para la marca, se anunció tanto en la página web como en la cuenta de Instagram de Llongueras. La transformación se centró en el característico cabello rosa de Aitana, adoptando el estilo «iced pink bob». Los expertos de la cadena de peluquerías consideraron la personalidad, estilo de vida y preferencias de la modelo para crear un look que reflejara su individualidad.

El proceso de coloración fue esencial para profundizar en la singularidad de la modelo, realizando un trabajo de platinado con difuminado en las raíces y reflejos «Iced pink». El corte, denominado «effortless bob», incorpora capas escalonadas en la zona posterior para dar movimiento al cabello, manteniendo la parte delantera más larga. El texturado especial de Llongueras se aplicó en las puntas para reducir volumen y densidad, logrando un aspecto natural y menos elaborado.
La colaboración entre Llongueras y Aitana López representa una nueva forma de trabajo, combinando la experiencia estilística de los expertos de la compañía con técnicas de inteligencia artificial generativa y la tecnología de The Clueless. La Chief Marketing Officer de Llongueras, María Linares, destaca que esta colaboración agiliza la implementación de nuevas propuestas de looks para los clientes del salón, aplicando la inteligencia artificial para acelerar el proceso creativo.

El cambio de look de Aitana López refleja la convergencia de la creatividad y la tecnología en la industria de la belleza, marcando el inicio de una nueva era donde los influencers virtuales exploran innovaciones en el sector. María Linares señala que la inteligencia artificial no se percibe como una amenaza, sino como una oportunidad para abrir nuevas posibilidades y agilizar procesos creativos en lugar de despliegues de producción convencionales.