La contaminación, la culpable directa del cambio climático que azota nuestro planeta, está arraigada en nuestra vida cotidiana. Por esta razón, Greenpeace ha decidido quitarle la máscara y, en una reciente campaña lanzada en Francia, ha transformado los combustibles fósiles, los plásticos y la deforestación en los siniestros villanos de tres anuncios que deliberadamente se sumergen en el género del cine de terror.
Estos spots, respaldados por la agencia La Chose, describen situaciones tan absurdas como cercanas a la realidad, con el objetivo de promover el cambio y buscar soluciones a la actual crisis climática, la misma que pone en peligro la supervivencia de la Tierra y de la humanidad que la habita (y que paradójicamente contribuye a su propia destrucción).
En el primer anuncio, titulado «Plastic Attack», una pareja disfruta de una tarde apacible en la piscina, pero su momento idílico se arruina debido a una bolsa de plástico que asfixia a la mujer y a un llamativo flotador rosa en forma de flamenco que ataca sorpresivamente al hombre.
En el segundo video de la reciente iniciativa de Greenpeace en Francia, titulado «Total Love», la trama se despliega como un relato romántico. En este cortometraje, dos enamorados comparten gestos cariñosos y besos en una pintoresca playa. Sin embargo, al acercar la cámara, se revela una impactante realidad: ambos amantes están cubiertos de petróleo, sugiriendo que su pasión ha tenido lugar en una playa contaminada por un vertido.»Total Love» busca crear conciencia sobre la crisis climática actual y motivar a la audiencia a buscar soluciones para preservar el futuro del planeta.
«Death Forestation», es el último anuncio que se suma a la serie de tres spots creados por la agencia La Chose como parte de la campaña de Greenpeace. Cada uno de estos vídeos utiliza el género del terror y la narrativa cinematográfica para poner de relieve la gravedad de problemas ambientales como los combustibles fósiles, los plásticos y la deforestación.