La reciente iniciativa de la Fundación Juan XXIII presenta una serie de llamativos carteles como parte de su nueva campaña, invitando a la sociedad a reflexionar y abstenerse del uso de términos despectivos como «subnormal», «tarada» o «retrasado» en el lenguaje cotidiano. Esta campaña, titulada «Cada Palabra Importa», es una expresión de concienciación social en conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra el próximo 3 de diciembre. La Fundación Juan XXIII, con más de 55 años dedicados a la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, lidera esta iniciativa.
El lenguaje, como herramienta poderosa de comunicación, refleja nuestras creencias, valores y actitudes, impactando significativamente en nuestra percepción de los demás y en cómo somos percibidos. La campaña aborda la necesidad de reflexionar sobre términos históricos como «subnormal», «tarada» o «retrasado», originalmente aceptados en la sociedad para referirse a personas con discapacidad. A pesar de que estos términos han sido reemplazados en un intento de evitar estigmatizaciones, persisten en nuestro lenguaje cotidiano y se utilizan para menospreciar o descalificar a cualquier individuo.
El objetivo de «Cada Palabra Importa» es invitar a la sociedad a ser consciente de sus palabras y abandonar expresiones peyorativas del pasado, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más respetuosa e inclusiva para todas las personas, independientemente de sus capacidades.
Esta campaña, que busca generar un impacto visual y emocional, presenta carteles llamativos con términos como «subnormal», «tarada» o «retrasado», acompañados de un código QR que dirige al usuario al sitio web de la campaña: cadapalabraimporta.com. La difusión de «Cada Palabra Importa» se llevará a cabo desde el 27 de noviembre hasta el 4 de diciembre a través de diversos soportes publicitarios en lugares clave de Madrid, como paradas de autobús, el Metro de Madrid y las pantallas del Teatro Lope de Vega en Gran Vía. Además, la campaña incluye un vídeo protagonizado por empleados, con y sin discapacidad, que resalta la esencia y el mensaje central. Testimonios espontáneos de otros miembros de la entidad al ver la campaña por primera vez también se suman a esta iniciativa.
Nuria Prieto, responsable de comunicación de la Fundación Juan XXIII, subraya la importancia de esta campaña al afirmar: «Para provocar una reflexión sobre el uso del lenguaje en un mundo saturado de mensajes, es necesario diferenciarse y provocar esta llamada de atención. Con esta campaña nos hemos permitido ir un paso más allá en nuestro estilo y tono de Comunicación habitual. Pero no solo pretendemos un impacto positivo en términos de visibilidad, sino, sobre todo, cambiar mentalidades, abandonar estos términos y fomentar una conversación más consciente y respetuosa en torno a la inclusión».