Google Fotos ha tenido varios cambios en sus ocho años de existencia, pasando de ser un «hogar para todas tus fotos y vídeos» a convertirse en un «hogar para todos tus recuerdos», según Shimrit Ben-Yair, vicepresidente de Google Fotos. La nueva orientación de la plataforma cobra más sentido con el lanzamiento de los Pixel 8 y 8 Pro de Google, que traen consigo significativas mejoras en Google Photos, diseñadas para simplificar la organización de recuerdos complicados.
Estos nuevos teléfonos Pixel 8 y 8 Pro ofrecen funciones avanzadas de edición de imágenes gracias a la inteligencia artificial (IA). Por ejemplo, el Magic Editor utiliza IA generativa para cambiar fondos, eliminar distracciones y mejorar la composición de las imágenes. También está el Audio Magic Eraser, que ayuda a reducir ruidos no deseados en videos. Además, Best Take permite seleccionar las mejores expresiones faciales en una serie de fotos similares, creando una imagen final perfecta.
Si bien estas características de edición no son nuevas, Google las hace más accesibles al público en general mediante la IA y el aprendizaje automático. Sin embargo, la introducción de la IA generativa en la edición de imágenes plantea interrogantes éticos sobre cuándo una edición cruza la línea de lo aceptable.
Google está abordando estas preocupaciones éticas mediante la adición de metadatos que indicarán cuándo una imagen ha sido editada con IA generativa, brindando a los usuarios la capacidad de rastrear cambios en sus fotos. También enfatiza que Google Fotos está destinado a ser una biblioteca personal de imágenes y no una herramienta de edición de fotos generalizada, dando el control a los usuarios sobre los cambios que realizan.
La creciente presencia de la IA generativa en la edición de imágenes plantea cuestiones sobre la percepción de la «verdad» en la fotografía y cómo las personas desean recordar sus momentos capturados. A medida que estas tecnologías se vuelvan más comunes, la comprensión individual de la verdad en las fotos probablemente evolucionará, ya que los usuarios buscan que sus fotos reflejen mejor sus recuerdos personales. En última instancia, la tecnología y la ética en la edición de imágenes forman parte de un debate continuo sobre la representación de la realidad en la era digital.