En caso de querer preservar la información de nuestras redes sociales y evitar que se pierda tras nuestro fallecimiento, es posible designar a una persona como «heredero» de nuestras cuentas. Esta persona se encargaría de administrarlas y asegurarse de que los datos y contenidos relevantes no se pierdan.
Existen varias opciones para llevar a cabo este proceso. Algunas plataformas y gestores de contraseñas ofrecen funciones específicas para establecer a un contacto de confianza que pueda acceder a nuestras cuentas en caso de necesidad. Por ejemplo, Bitwarden, LastPass, 1Password y Dashlane permiten asignar un acceso limitado a otra persona para recuperar datos personales a través de un «acceso de emergencia» o una llave segura.
En el caso de Apple, se puede establecer un contacto de legado que recibirá un código especial de 88 dígitos en caso de fallecimiento. Este código permitirá a la persona designada tomar el control de la cuenta de Apple ID y acceder a notas, fotos, mensajes y archivos, aunque las compras quedarán fuera de su alcance.
Para las cuentas de Google, se puede asignar un nuevo titular en caso de inactividad prolongada, y este nuevo titular podrá gestionar solo los archivos a los que se le haya dado permiso.
En el caso de Facebook, existe la opción de establecer un contacto legado, quien tendrá la opción de mantener la cuenta intacta o convertirla en un perfil conmemorativo después del fallecimiento.
Es importante que, como titular de tus cuentas, planifiques el futuro de tus redes sociales y establezcas claramente las limitaciones y permisos de acceso a correos, fotos, documentos, entre otros. Estas medidas ayudarán a garantizar que la información valiosa no se pierda y que nuestros seres queridos puedan gestionar adecuadamente nuestras cuentas después de fallecer.
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