La decisión de dejar las redes sociales generó en mí un montón de cambios, aunque parece un acto simple en realidad produjo en mí transformación y perspectivas diferentes, fué y sigue siendo muy interesante ver ese proceso en mi manera de cambiar conceptos, ideas y sentirme diferente.
El libro Start with why de Simon Sinek me dejó un mensaje muy interesante que apliqué en todos los aspectos de mi vida, tanto profesional como personal. Simon habla de preguntarnos “por qué hacemos lo que hacemos” y que al tener esa repuesta encontramos una razón que nos motiva e inspira a lograr o realizar lo que queremos.
Al aplicar este mismo concepto en el mundo de las redes sociales me preguntaba ¿porque compartiría esto? en algunos momentos encontraba excusas perfectas, o ¨porques¨ perfectos como; voy a subir esto porque la gente quizás no conozca este lugar y lo podría recomendar, pero en la mayoría de los casos no tenía una respuesta del porque era necesario subir algo en todo momento.
En esa etapa dejé de subir muchas cosas y queriendo hacer un detox de mis redes eliminé a cientos de ¨amigos¨ , oculté historias y solo me quedé con la de mi circulo cercano y otras páginas de contenidos relevantes para mí, convirtiéndome en adicta pasiva a las redes sociales, y digo pasiva porque a pesar de no interactuar estaba chequeando en cada minuto libre.
“pensamos que estamos un minuto en las redes pero estamos horas”
Como muchos de los días una mañana me desperté, abrí los ojos sin siquiera estar bien despierta agarre el teléfono pasando horas y horas viendo historias, videos, fotos hasta que me di cuenta “conscientemente” del tiempo que me pasaba acostada con el celular repitiendo esa rutina constantemente, fué como un click que en ese instante decidí cerrar mis redes y al instante salieron todas las excusas de porque no eliminar.
¿Que nos detiene a eliminar nuestras redes? Estas fueron mis excusas del porque mantener.
1- ¿Como conectaría con las personas que en algún momento conocí, sin redes sociales? Personas que conocí en viajes, ex compañeros de trabajos, colegio, entre otros. Me respondí: Si no tengo sus números y la única forma en la que mantenemos un contacto es dando un like a sus fotos o comentando estados, ellos no son realmente mis amigos.
2- Pero… tenes más de 1.000 personas que te siguen. Me respondí: más de 1.000 personas de las cuales menos del 1% son realmente amigos, el resto desconocidos.
3- ¿Como estaría al tando de que hace la gente, donde va, en que andan. Me respondí: ¿porque es necesario saber la vida de las personas?
4- ¿Que hay de todos los recuerdos que subiste algún día ya no los vas a tener. Me respondí: los voy descargar y guardar en la notebook.
5- ¿Como me enteraría de actividades, eventos, o algo de mi interés?. Me respondí: Voy al lugar donde yo tenga un interés e iré averiguando por otros medios, no siguiendo lo que me imponen a tener que hacer o ir siguiendo a todos.
6- Y todas las páginas que seguía que eran útiles como tips, recomendaciones, lugares, etc? . Ésta fue la parte que más dude pero al final encontré canales mucho más nutritivos y profundos, ahí me dí cuenta de que todo lo que vemos en las redes no profundiza, creemos aprender y entender cosas en minutos de contenidos, nos estamos acostumbrando a lo rápido, corto, fácil. Las redes tienen contenidos muy interesantes, el problema está en que lo tomamos como único canal principal de información sin profundizar y vamos pensando de que estamos informado y aprendiendo nuevas cosas, pero al final toda la información es superficial.
¿Qué pasó después de eliminar mis redes?
Como no estamos acostumbrados a la quietud, al silencio, cuando tenía esos espacios libres agarraba el teléfono sin saber que mirar, viendo el correo, fotos en mi galería, entrando a aplicaciones, hasta que entendí que debía reemplazar ese espacio con algo por lo acostumbrada que estaba a estar con el celular las 24hs.
Reemplacé ese espacio con un Kindle “libro digital”, llevando a todos lados y leyendo en cada espacio libre, esperando el metro, en los descansos de clases, en vez de agarrar el teléfono empecé a leer mucho más de lo que hacía anteriormente.
Al estar sin redes me di cuenta de cómo NO disfrutamos de los momentos en la mayoría del tiempo:
1- Nos vamos a lugares para subir una foto porque si no subimos no vale la pena todo el preparativo previo, el costo o lo que sea que hicimos para ir.
2- Buscamos lugares lindos no para disfrutar de ese espacio sino por lo bien que puedo salir en una foto poder compartir y recibir el like que nos alimenta el ego.
3- Nos vestimos, no porque se siente cómodo sino porque esta ropa me queda bien para la foto.
4- No nos sacamos 1 foto, sino 20 a 30 veces para buscar el mejor ángulo, no aceptándonos tal cual somos.
5- Estamos pendientes a cuantas personas vieron la publicación sin razón y sentido alguno.
¿Cuál es el impacto negativo que nos deja las redes sociales?
ANSIEDAD: Parte de mi excusa de mantenerme en las redes fué el FOMO (fear of missing out) es el miedo a perdernos de algo, este síndrome está asociado a la tecnología y las redes sociales sintiendo una sensación de ansiedad ante el conocimiento de que algo emocionante o interesante puede estar ocurriendo en otros lugares y nosotros no somos partícipes de eso. Según estudios 1 de cada 3 personas mira el móvil más de 100 veces al día, lo que significa que miramos el móvil un promedio de 1 vez cada 10 minutos “para no perdernos nada”
FALTA DE CONCENTRACION:Identifiqué que al inicio me costaba concentrarme por largo tiempo al leer libros o artículos largos. Las redes nos afectan negativamente en la concentración nos lleva a lo rápido, corto, sencillo sin profundizar y por estar acostumbrada a eso hice un trabajo de recuperar mi concentración y paciencia en profundizar temas que es algo que había dejado de hacer.
ATENCION A LO QUE VERDADERAMENTE IMPORTA:En esta era nos vemos interrumpidos por el celular y no dar el 100% de nuestra atención al otro, normalizamos estar en un lugar con amigos donde mientras hablamos estamos en las redes viendo las historias de otras personas, Normalizamos no mirarnos a los ojos al hablarnos, responder primero un mensaje antes de responder a la persona que está al frente, normalizamos ver una película y estar con el celular en las redes al mismo tiempo, estar en una reunión chequeando las redes al mismo tiempo.
CONSUMISMO:Todo ese círculo de las redes nos lleva al consumismo, ahora ya no necesito el último celular de mayor tecnología y tener las mejores fotos para mis redes, ya no necesito salir de compras para tener un outfit para cada ocasión, ya no necesito tener lo que la sociedad me dice que debo tener o comprar, ya no necesito lo que está de moda o lo que todo el mundo tiene.
DISTORSIÓN DE LA REALIDAD:Las redes son como las películas, es una historia que se va contando con el guión que decida el protagonista donde se muestra la historia de felicidad y perfección; La chica o el chico perfecto, la pareja perfecta, cuerpo divino, los viajeros felices por el mundo “nada es real”. Estamos perdiendo la capacidad de diferenciar la realidad de la fantasía y eso nos genera un vacío sobre la realidad que cada uno está viviendo, quedando con ansiedad, baja autoestima y queriendo estar en el lugar de la otra persona no disfrutando o agradeciendo del ahora y lo que tenemos.
PRIVACIDAD:Normalizamos que nuestra vida ya no es privada, es de todos contando donde estamos, donde viajamos, que hacemos esperando aprobación validación a través de likes y comentarios. Cuando tu vida es solo para vos y nadie más termina esa ansiedad de seguir a la masa.
NOS ENTRETIENE, PERO A QUE COSTO: Las redes nos entretienen, pero no genera un valor a la sociedad, sino nos quita tiempo de lo que si importa, pensamos que estamos un minuto pero estamos horas alimentando a nuestra mente con contenido que no tiene ningún aporte para nosotros mismos.
“En el momento que dejamos de consumir basura, mejora nuestra vida inmediatamente con mucha paz, tranquilidad, mirando todo de una manera diferente y mucho más consciente”
Mucha gente se sorprende al saber que no tengo redes, me preguntan ¿cómo haces para comunicarte o conectar con la gente? Me di cuenta de que no necesitamos redes sociales para conectarnos, la superficialidad de antes que pensaba que a través de un like estaba conectada se volvió un espacio de calidad y conexión con los realmente importan.
Conversando con varias personas me expresan que también quieren dejar las redes pero que no pueden, que les cuesta tomar esa decisión y en eso me pregunté ¿Como la sociedad nos lleva a hacer lo que todos hacen, como no estamos despiertos para ver eso? ¿Como seguimos a la masa sin cuestionarnos? ¿por qué no hacemos lo que realmente queremos hacer?
El desafío de las redes está tener el control nosotros de nuestro tiempo y de la información que consumimos, obviamente no todo es malo pero preguntate si ¿estás teniendo el control vos? este artículo te parece largo y te costó concentarte? Sentis que queres dejar las redes pero en realidad crees que no podes? cuestionate y animate a hacer lo que sientas.
Dejando las redes APRENDI a:
- Disfrutar del plato de comida sin fotos y publicaciones
- Admirar el atardecer con mis propios ojos
- Visitar lugares que solo yo se y los guarde en mi memoria
- Conocer personas y no encasillarlos con la impresión que me dan desde sus redes dando la oportunidad de descubrirnos y enriquesernos desde las diferentes perspectivas que cada uno tiene de acuerdo a nuestras propias experiencias individuales.
“Desconectarnos de las redes nos desconecta de lo externo y nos conecta más con nosotros mismos, hay tanto espacio para nosotros que eso hace que todo se transforme, quizás parezca un simple acto, pero para mí fue una nueva puerta abierta lleno nuevas experiencias, una nueva visión, comprensión de percibir, sentir y apreciar las pequeñas cosas de la vida”
Autor: Daisy Britos – Marketing Specialist
También te puede interesar: Barbie presenta nueva línea de muñecas: “Cutie Reveal”
Comentarios