“No siempre se pueden hacer cambios radicales, pero sí debemos acompañar lo que hacemos de auto-cuidado, de pequeñas acciones que nos hagan felices”
Elsa Gómez, @PsicologaTikTokera, abrió su perfil de TikTok el año pasado. Hoy, con más de un millón de seguidores, tiene una cuenta verificada. Siendo psicóloga de profesión, su conocimiento y experiencia abarcan tanto temas de contenido, como de salud mental, temáticas que han cobrado relevancia este último año en nuestra industria.
Roastbrief: Según tu experiencia, ¿cómo afectan las redes sociales a la salud mental?
Elsa Gómez: Tienen una gran capacidad de afectar tanto positiva como negativamente. Como sociedad todavía tenemos que trabajar para desarrollar en el individuo la capacidad de auto-regularse.
El boom de las redes y de todo lo digital ha sido tan rápido, que no nos ha dado tiempo de digerir, de entender que no tenemos que ver ni escuchar todo lo que hay
RB: ¿Cómo entraste a TikTok?
EG: Me encuentro en marzo, encerrada por la pandemia, paso mis terapias presenciales a online, se habla mucho de la afectación de la salud física, de la economía, de la política… todo lo que sucede a nivel mundial, pero no de la salud mental, y empiezo a ver que eso le estaba afectando a mis pacientes y a mis seres queridos, y digo: vamos a hacer algo. Vamos a ayudar a las personas que están viviendo lo mismo que yo, pero que no tienen una guía, explicación o manera de contenerlo.
Empiezo a ver las redes y me doy cuenta que TikTok es una plataforma auténtica y abierta a cualquier tipo de contenido: encuentras lo que quieras y a quien quieras.
A diferencia de otras redes, me parece que es respetuosa y tolerante… y al encontrar esas cualidades en TikTok, me robaron el corazón y dije: este es mi espacio. Llegaron las dudas: “¿Quién va a querer oír a una persona de mi edad?” Existe el prejuicio de que es una red social para jóvenes, ¿cuál fue mi sorpresa? Que no, que hay de todo. Yo tenía el contenido, y necesitaba a alguien que me introdujera a este mundo, y Sensei Media fue quien lo hizo. Ellos me han apoyado en todo, principalmente en la parte técnica… Me entendieron, me compraron el proyecto e hicimos una buena unión, tanto entre nosotros como con Another Company.
Nadie llega arriba solo, siempre es en equipo.
RB: ¿En algún momento te abrumó la viralidad?
EG: No me siento abrumada, pero sí responsable. Los psicólogos tenemos cierta autoridad y eso me hace preguntarme qué y cómo lo digo. En un párrafo de 5 oraciones, no se puede dar un diagnóstico, entonces soy muy cuidadosa en lo que digo.
No me sentí expuesta, pero ante tantos seguidores sí siento el compromiso de seguir generando contenido.
Cuando hago contenido soy muy honesta: me presento y muestro cual es mi enfoque. Habrá quien coincida con mi punto de vista, y otros que no… como todo en la vida.
RB: ¿Hasta dónde consideras que la publicidad afecta la salud mental?
EG: Ninguna comunicación de marketing es neutra, y por su escala, afecta para un lado o para el otro. Este tipo de comunicación se ha movido mucho dentro de lo aspiracional, y me parece que, como todo en la vida, hay ciclos. Ese ciclo -aspiracional- probablemente funcionó anteriormente, pero ya no. Uno de los grandes pilares del éxito de TikTok, es la autenticidad. Actualmente jóvenes y no tan jóvenes buscan experiencias auténticas. En TikTok la realidad no está maquillada o lo está mucho menos que en otras redes sociales: cada quien dice lo que piensa, lo que quiere, lo que le gusta… y muestra su pedacito de realidad. La publicidad debería acercarse más a eso, ofrecer experiencias reales, con las que la gente pueda identificarse. Y sí, hay algunas marcas que ya lo están haciendo, pero hay otras que parece que no terminan de convencerse. Si la mayoría de gente no es talla 2, no me pongas una modelo de esa talla, porque la mayoría de nosotros, jamás vamos a llegar a ella. Véndeme a alguien real, llenita y caderona, como yo… y como muchos mexicanos. Así, yo me podré identificar y disminuirá mi presión de querer llegar a un ideal al que no tengo por qué llegar.
RB: En la pandemia el contenido se cuadriplicó, y por ende la carga de trabajo de quienes son parte de la industria del marketing y la publicidad ¿qué opinas de esto?
EG: Todas las crisis traen este desorden en un principio y luego hay una autorregulación, pero lleva un tiempo. Y si bien las crisis traen caos, también contienen un gran potencial de un desarrollo y un crecimiento exponencial, porque nos ponen a prueba, nos confrontan y producen cambios… Por otro lado, existe esta parte cultural de que en México estábamos muy acostumbrados a la oficina y a trabajar largas horas. Mi experiencia con otros países, donde de antemano, ya existía Home Office, es que cuando llegó la pandemia, ya sabían auto-regularse. Tenemos que aprender a poner límites, empezando por nosotros mismos. En cuanto a la cantidad de contenido que se genera, me parece que menos es más y que la calidad es mejor que la cantidad. La saturación de contenido cansa y es contraproducente. Cuando ves lo mismo una y otra y otra vez, te adormece, ya ni siquiera te das cuenta y no te genera nada… cuando las decisiones se toman desde lo emocional.
La publicidad debería emocionar a la gente, pero para que eso pase primero tienes que emocionarte tú
RB: ¿Qué consejo le darías a alguien que vive en este loop de urgencias, estrés y sobreproducción?
EG: Ve dentro de ti, date cuenta que está pasando, tanto a ti como a tu audiencia. Busca tu auto-cuidado en la medida que lo puedas hacer: sueño, alimentación, ejercicio… tener una actividad diaria que te genere satisfacción, aun cuando sea pequeñita. Yo, por ejemplo, a las 6 de la tarde, me tomo un té de manzana con canela… y sigo dando mi terapia, sigo trabajando, pero por dentro siento satisfacción.
No siempre se pueden hacer cambios radicales, pero sí debemos acompañar lo que hacemos de auto-cuidado, de pequeñas acciones que nos hagan felices. Si tú estás desconectado, tú mensaje va a ser de desconexión
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