Con el día de San Valentín a la vuelta de la esquina, son muchos los que ya están pensando en encontrar el regalo perfecto que exprese a esa persona especial cuánto significa. El 14 de febrero, los regalos más comunes son las flores, chocolates, muñecos de peluche, entre otros… Pero ¿qué tiene que ver la logística en todo esto?
Antes, el hacer un envío de estos detalles era un extra para dar una sorpresa, pero ahora en la “nueva normalidad” es importante el poder enviar estos regalos por mensajería. El Día de San Valentín siempre trae retos a la logística, pero la pandemia del COVID-19 ha obligado a las empresas a ser más eficientes, rentables y atender las exigencias del mercado.
Gracias a la tecnología, tener el regalo perfecto de San Valentín, hoy es mucho más sencillo. Solo bastan unos cuantos clicks en el ratón y los datos de la tarjeta de crédito para realizar la compra en línea. Pero esto solo es el principio, para lograr una compra totalmente satisfactoria y que la persona amada quede totalmente sorprendida, la tecnología y la actualización constante de los modelos de gestión deben garantizar que los procesos sean completamente eficientes.
Los envíos del 14 de febrero no solo tienen que entregarse ese día, también es importante entregarlo a una hora en especial ¿Quieres que su regalo esté en casa por la mañana al despertar? ¿O en algún momento en especial del día? Los detalles de San Valentín no sólo tienen que llegar, tienen que llegar en el momento preciso y esto es posible con PiBox, ya que solo se tiene que pedir el servicio por la aplicación calculando el tiempo de traslado y el paquete estará en el momento justo.
Esto es posible gracias a que la tecnología de PiBox está orientada a automatizar el enrutamiento y la programación, y así garantizar la entregas en tiempo y forma.
La última milla, es vital para lograr la satisfacción y lealtad del cliente, sobre todo en Día de San Valentín. Según una estadística realizada por Statistic Brain, el 53% de las mujeres terminaría una relación sentimental si no recibiese nada el día de San Valentín. Dicho esto, imagina el número de opiniones negativas que recibiría una tienda online o física si algo llegará a fallar en la entrega del regalo.
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