Bienvenida persona seria, soy como tú, tú eres igual (por favor alguien me diga que entendió la referencia, jajaja) Soy una persona seria que ama escribir, pero que tiene que pagar sus cuentas a fin de mes. Así que vivo debajo del puente de la publicidad, la industria que le da refugio a todos los escritores aficionados, y que nos permite vivir de lo que escribimos. Como admiradora de la literatura, he aprendido algunas máximas de grandes escritores, que he aplicado en mi oficio de creativa, redactora y publicista; y vaya que me han ayudado muchísimo, ya que nadie estudia para ser creativo publicitario, así que la literatura ha sido mi escuela. Entonces pensé, “debería de compartirte algunos de estos grandes principios, y aquí me tienes revelándote algunos de estos secretos que han trascendido generaciones y persuadido al mundo. Empecemos:
- Di siempre la verdad
Tu cliente no es ningún tonto y si no dices la verdad, se notará. Decir la verdad en literatura se le conoce como “verosimilitud”, o sea la congruencia entre lo que escribimos y los hechos. En publicidad sería: la congruencia entre lo que decimos que nuestra marca es y lo que realmente hace. Esta es la fórmula de la credibilidad. Por eso las personas rechazan tanto la publicidad, porque están hartos de ser engañados. Habla siempre con la verdad. Mejora tu producto, su valor y mejorará tu mensaje.
- El objetivo son las emociones
“Lo que mueve al mundo no son las máquinas, son las ideas” decía Victor Hugo; y lo que mueve a las personas, no son las cosas en sí mismas, es cuanto nos emocionan esas cosas. Antes de escribir un guion, un titular, piensa: ¿qué emoción quiero provocar? Con esto en el centro y las palabras correctas, vas a hacer que las personas se muevan. Las emociones que más se viralizan según BuzzSumo son: el deseo, la rabia y las que provocan risa. Entonces cuando tu cliente te pida una “idea viral” (parece chiste, pero es anécdota), te aconsejo pensar en algo que genere este tipo de reacción en las personas.
- No seas pasivo
Stephen King en su libro Mientras escribo, menciona que la voz pasiva es un recurso muy utilizado por los escritores miedosos, o sea es una novatada. En literatura la voz pasiva es cuando no revelamos de forma directa quién realiza la acción. En publicidad la voz pasiva es cuando a tu marca le da miedo hablar en imperativo o en lugar de hablar de forma personal, le habla a muchas personas. No tengas miedo de ser directo. Habla con fuerza y si tienes miedo, GRITA.
- Habla con los 5 sentidos
Los seres humanos nos comunicamos no solo por lo que escuchamos o leemos, sino por el tacto, el olfato y el gusto. Entre más sentidos logres estimular, mejor comunicarás el mensaje. Explora otras formas de contar tus historias a través de los demás sentidos; puede ser con el olfato, como lo hizo Patrick Süskind en El Perfume, o con el tacto, como en la película Bajo la piel de lobo, donde los diálogos son casi nulos.
- Encuentra un espejo
Aristóteles menciona que hay verdades, esenciales, eternas y superiores; o sea, realidades que todos compartimos. Lo que en publicidad y psicología se le conoce como, “Insight”. Tolstoi abre su novela Ana Karenina con la frase “Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera” cuando lees esta oración no puedes evitar darle la razón. Nos hace conectar, porque podemos estar de acuerdo, sentirnos que compartimos esa verdad. Este recurso en la literatura es conocido como “Mímesis” de ahí se origina la palabra meme, el espejo de la naturaleza. Busca esas verdades que son parte de tu día a día para conectar con tu audiencia.
- Apóyate de los géneros literarios
El género en literatura es el convenio de normas, convenios, estilos y modas. Es el vehículo del mensaje. Si deseas generar emociones como: autoridad, en lugar de lanzar un spot con música electrónica, utilizarás una música épica. El género te marcará la pauta de todas esas decisiones que debes tomar: estilo, color, vestuario, etc, que te ayudarán a contar tu historia de forma correcta.
- Créetela
Virginia Woof decía “No es necesario ser nadie más que tú mismo” Los escritores y creativos compartimos algo, nos alimenta una enorme vanidad. Y esa vanidad es buena cuando te ayuda a creértela. Muchas veces estamos propensos a devaluar nuestra obra, así que, en lugar de eso, utiliza esa vanidad como motor para generar el valor y la confianza que necesitas para salir, y defender esa idea. Que tu autocrítica y perfeccionismo no te paralice. Cree en tu talento y no lo pienses tanto. Muchas gracias por llegar hasta el final, si estos consejos te fueron de utilidad, entonces no olvides seguirme en mis redes. Un abrazo creativo.
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