RB: ¿Cómo nace Colmena 41?
ET: Colmena 41 nace, en buena parte, por el deseo de que toda esta emoción por la comunidad LGBT, vaya más allá del mes de junio. Llevo doce o trece años trabajando en temas relacionados, tanto con organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos de esta comunidad, como asesorando a empresas, gobierno, universidades, medios de comunicación, etcétera, acerca de cómo hacer un mejor trabajo de inclusión y de ser aliados, de celebrar la diversidad, proteger y defender sus derechos.
Colmena 41 es un proyecto que empecé junto Federico Arellano. Él y yo decidimos arrancar el proyecto porque veíamos que cada vez hay más interés de diferentes personas, organizaciones y marcas en todo tipo de sectores, en estar públicamente a favor de la comunidad LGBT, pero notábamos también, que hay diferentes brechas sectores, que hacía falta un espacio, una plataforma, algo que los estuviera conectando y que construyera puentes. Colmena 41 es una respuesta a eso, es algo que yo había hecho de manera individual: de pronto yo decía “conocí este proyecto o a esta persona y creo que debería vincularse con esta” y los ponía en contacto.
Al estar tanto tiempo, tantos años trabajando en este de ‘conexiones’, y también tener la oportunidad de trabajar en temas LGBT en diferentes partes del país y en diferentes países, tenía un mapeo bastante completo, grande y combinado: sabía de gente en esta universidad, en esta empresa, en esta institución de gobierno y en esta marca- que están haciendo algo, más o menos, similar, y que deberían conectarse.
Colmena 41 tiene la misión de construir puentes dentro de la comunidad LGBTI y personas aliadas de la comunidad que no necesariamente sean ellos mismas gays, lesbianas, bisexuales, o trans; con el fin de tener una comunidad más visible, organizada, próspera, exitosa y poderosa en muchos sentidos; y ser un espacio permanente, que exista todo el año.
Me da risa cuando amigos, o incluso gente en los medios, nos preguntan: ¿qué va a hacer en junio? Y digo, siempre estamos pensando en qué hacer diferente, Colmena 41 es un proyecto que existe, y por lo tanto, está enfocado en todo el año. No aparecemos y desaparecemos en julio. Nos da gusto que junio se haya convertido poco a poco en una plataforma de visibilidad tan importante, y tener todo un mes para hablar del tema, como sucede en marzo, para hablar de diferentes temas de las mujeres, está bien apalancarse de eso, pero no quedarse únicamente ahí.
RB: ¿Cuál ha sido la respuesta ante Colmena 41?
ET: El primer proyecto con el que arrancó Colmena, fue evento mensual: “Lunes de Colmena 41”, anteriormente eran presenciales, pero, por obvias razones, hoy son sólo digitales. Este proyecto está enfocado en la comunidad LGBT, pero abierto e interesante para cualquier persona. El acceso es gratuito.
Cada mes tenemos un panel con un tema diferente de interés para la comunidad LGBT: abordamos temas de salud mental, emprendimiento, cine, familia y muchos otros. Luego tenemos un espacio para que los ‘asistentes’ convivan, hagan networking y conozcan gente nueva. Es un formato que no inventamos, pero lo que tiene de particular es que, al menos nosotros, no ubicamos ningún otro evento con esas características que sucediera de manera periódica. Teníamos presente que eso estaba a nuestro favor, además de que, tanto Fede por su lado y yo por el mío, antes de llegar y fundar Colmena 41, ya habíamos construido redes en nuestros diferentes proyectos.
La respuesta ha sido muy buena, pero además de la ‘ventaja’ que hablábamos, nos hemos enfocado muchísimo en invertir recursos y tiempo en generar una muy buena convocatoria para estos eventos, curar paneles muy interesantes, combinando gente reconocida en sus diferentes sectores profesionales, con personas que tal vez no son conocidas, pero que tienen algo interesante que decir sobre cada uno de los temas.
Y al final, como lo hacemos en un ambiente y tono que no es ni súper académico o especializado, pero tampoco es una fiesta, escuchas una conversación inspiradora, aprendes algo nuevo, te la pasas bien y, cuando es presencial, te tomas a lo mejor uno o dos tragos. Puedes ir con tus amigos, tu pareja, con los compañeros de la chamba, o simplemente solo o sola…y te la vas a pasar bien.
Algo que nos ha sorprendido, que no nos esperábamos mucho, es que hay mucha gente no LGBT que se ha vuelto parte de nuestra audiencia, nos ha sorprendido el grado de interés, y creo que es porque al final es un evento interesante. Al final vas y escuchas a personas inteligentes con algo muy padre que decir, independientemente del enfoque LGBT. No sé cuántos paneles hay en la Ciudad de México donde se hable de discapacidad o de salud mental, que además sea abierto al público y donde tú, al asistir, no tengas que ser experto en el tema. Colmena puede ser interesante y valioso para cualquier persona.
RB: ¿Qué papel consideras que funge la creatividad para visibilizar la diversidad?
ET: Empezar cualquier proyecto nuevo requiere mucha creatividad, de entrada, el pensar en formas diferentes de abordar ciertas conversaciones. En nuestro caso, creo que la creatividad está presente en los speakers o el enfoque que se le da los temas. Lo que nosotros buscamos desde el principio, era atraer a otras personas que no fueran activistas, queríamos presentarlo de una forma diferente. La creatividad está presente desde el momento en el que escogemos los temas, cómo los vamos curando, además de cuidar que podamos combinar los perfiles de cada panel, es decir, si vamos a tener una invitada, que es una periodista, junto a alguien del gobierno, el tercer invitado debería ser, por ejemplo, un youtuber, o alguien más joven que permita que el panel no se vaya a un lugar muy pesado o académico, para que no se vuelva aburrido para algunas personas. Buscamos ese balance, ya sea por edad o por género. Por ejemplo, si vamos a hablar de cine, invitamos a una actriz, a un director de festival de cine LGBT, y a un crítico de cine para tener tres visiones dentro de un mismo tema.
Por otro lado, también está la creatividad que abordamos a la hora de pensar en el formato del evento, ¿cómo te ofrecemos a ti, que vienes a este evento, solo o acompañado, alguna dinámica para que interactúes y conozcas gente nueva, pero que no te sientas forzado como un networking? Y claro que al trasladarlo a digital, la creatividad juega un papel importante.
RB: ¿En qué sector consideras que se encuentra más marcada la brecha de género?
ET: En México, algo que la comunidad LGBT ha hecho muy bien en los últimos años, es que hemos logrado visibilidad en prácticamente todos los terrenos y sectores. Eso me parece tan importante como el reconocimiento de derechos en papel.
Tener visibilidad en la política, en diferentes sectores empresariales, en medios, en la cultura, en la calle, en el entretenimiento y en la ciencia, es súper importante porque puedes comunicarle a la gente que tal vez no lo sabe, que las personas LGBT estamos en todos lados y siempre hemos ocupado un lugar.
Sin embargo, un sector donde hay poquita visibilidad LGBT es en los deportes: sigue siendo un lugar donde la brecha salarial entre hombres y mujeres es impresionante, de pronto escucho cómo hablan de equipos femeniles de diferentes deportes, que tienen un mejor desempeño que los hombres, pero ganan sólo 10% de lo que ganan los hombres, aunque no están triunfando ni de cerca como los de las mujeres. Es un sector donde aún hay muchísima homofobia y discriminación a personas LGBT. Hay una historia muy interesante, que se mediatizó en su momento, de una pareja de chicas futbolistas lesbianas que estaban en la selección femenil de fútbol y que decidieron irse del país porque vivían muchísima discriminación, específicamente por ser pareja en el mundo del futbol. Y como ese hay muchas historias.
Cuando un deportista aquí en México sale del closet es un escándalo e implica arriesgar su trabajo. Quizás los convenios que tenga, ya sean comerciales con diferentes marcas que lo patrocinan, o a su equipo y cada vez pasan menos con figuras públicas en otros sectores como el cine o la televisión.
Por eso creo que este es un sector donde todavía hay muchísimo trabajo que hacer en cuanto a visibilidad, aceptación, y empoderamiento de la comunidad.
RB: Como industria creativa, ¿qué crees que deberíamos estar haciendo para mejorar este tipo de aspectos?
ET: Hablar del tema, hablar de la comunidad LGBT y hacerlo todo el tiempo, todo el año y en diferentes sectores, abordando temas de interés para el sector al que pertenecen.
Hay plataformas de internet, redes sociales, revistas, programas de radio y televisión LGBT que tienen éxito a ratos, y de pronto, pienso que quizá, una muestra de avance, es que tal vez, mientras ese tipo de medios pierden presencia, vayamos ganando espacios en todo tipo de medios de comunicación y todo tipo de plataformas de contenidos.
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