El problema nunca fue soñar en grande. Como creativos podemos proponer cuanta idea loca se nos ocurra y mientras sepamos justificarla y dar razones suficientes para loquear con nosotros, la van a comprar. Dejemos de culpar a los brand managers por campañas aburridas/monótonas. Ellos, tanto como nosotros, quieren buena creatividad para la marca. Si no compran nuestra “gran” idea, no es porque les falte visión, sino porque no sabemos vender y darles argumentos suficientes para comprarnos. Echarle feeling a la presentación no es vender y la intuición no es una justificación válida.
No obstante, muchas veces estamos tan ensimismados en nuestro ego, que cuando vemos que alguien logró vender una idea ‘loca’, es digno de celebrarse, no por creativa sino por haber logrado hacerla realidad ¿cuánta es nuestra distorsión que creemos que vender una ‘gran’ idea es un logro cuando debería ser lo mínimo indispensable?
Esto debería ser obvio, pero en vista al “éxito” obtenido, vale la pena recalcarlo: la mala publicidad sí existe, que hablen de ti no es KPI suficiente para validar la efectividad de una campaña (¿Yoplait y Hershey’s no nos enseñaron nada?)
Y ok, #EstaNocheVoyACenar no está al “nivel” de las anteriores, pues la conversación tiende a ser positiva, sin embargo ¿dicha conversación realmente beneficia a Uber Eats? Después de no aparecer en ningún lado, era obvio que donde sea que Luis Miguel apareciera llamaría la atención, sin embargo el hecho de que la gente mencione a la marca no significa que esté hablando de ella, ni que sea relevante dentro de la conversación.
¿Utilizar a Luis Miguel realmente beneficia a Uber Eats? A simple vista, el comercial no dice nada que no supiéramos antes, no construye marca ni representa algún diferenciador sobre su competencia, al grado que en términos de búsqueda, tampoco hay un cambio significativo.
Por lo tanto, ¿realmente valió la pena invertir en Luis Miguel? En medio de una pandemia en la que la crisis económica del país va creciendo y cada día hay más desempleados, con ese presupuesto disponible, ¿lo mejor que se les ocurrió para que se hablara de la marca fue utilizar a un Celebrity?
Dejemos de engañarnos y de engañar a nuestros clientes vendiendo aire. Al hacerlo, lo único que conseguimos es que a las marcas les cueste más trabajo arriesgarse.
Dejemos de celebrar campañas mediocres. No distorsionamos -aún más- la visión de los creativos que vienen detrás de nosotros, construyendo un futuro muy poco favorecedor para la industria.
Dejemos de centrarnos en nosotros. Recordemos que nuestro verdadero trabajo no es crear la propuesta más llamativa, sino la que realmente ayude a vender.
El problema nunca fue soñar en grande, sino soñar con campañas que construyen ego y no marca.
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