¿Por qué hay momentos donde nos sentimos inspirados, y otros donde quisiéramos que lluevan ideas del cielo y no llegan? El asunto va más allá: se trata de lograr una conexión profunda con nosotros mismos y con los asuntos sobre los que nos queremos inspirar, y, luego, aparecerá esa lluvia, esa brisa, o esa tempestad que podemos denominar “inspiración”.
En un mundo tan sobre estimulado permanentemente, suele ser desafiante disponerse a tener momentos de inspiración. Sin embargo, este es un rasgo de la condición humana, y no solamente reservado a los artistas, a los creativos y a los inventores.
Lo cierto es que todos podemos sentir ese estado de fluir cuando las ideas aparecen, coinciden, encajan y de alguna forma, traen una solución a lo que no sabíamos cómo resolver.
- ¿Qué es estar inspirado?
Hace poco, en una formación avanzada como coach de ejecutivos y empresas y conferencista con John Maxwell y su team, escuché de uno de los maestros una definición que me hizo mucho sentido:
Cuando logramos conectar con el otro, entrar en su mundo; cuando entramos dentro nuestro y sentimos una profunda conexión con algo superior (lo que sea que significa para ti), estamos “Inspirados / In-Spirit” (en espíritu).
- 5 ideas para desarrollar el sentido de la inspiración
Al ser una habilidad que podemos desarrollar, estas ideas pueden servir de ayuda para despertar el estado de sentirte inspirado más frecuentemente:
1 – Desconecta para conectar
Un proceso que ayuda a inspirarse es el de silenciar todo lo externo e ir al interior; bucear en el silencio (o en las tormentas), y observar lo que está pasando sin implicación de juicio o interpretaciones. Técnicas como la meditación y el mindfulness son excelentes para sistematizar esta disciplina interna, que te conducirá más directamente al estado de inspiración.
2 – Amplía tu mente
Hay dos tipos de mentalidades de las que se habla mucho en estos tiempos: mente fija y mente de crecimiento.
La primera está obsesionada por mantener los viejos paradigmas y querer hacer sentir que siguen vigentes como en el pasado. Esto, como sabemos, no es posible, ya que la evolución del mundo y las cosas implica un cambio que no es posible detener.
En cambio, la mente de crecimiento es una mente de riqueza: de ideas, de proyectos, de visiones, de aprendizajes, incluso de abundancia en todos los aspectos que se te ocurra. Este tipo de enfoque mental es más suelto, fluye y permite que las personas vayan saltando de un espacio a otro en su mapa mental para construir realidades alternativas y más congruentes con lo que buscan alcanzar.
3 – Evita censurar tus ideas
En el proceso de inspiración es importante dejar fluir las ideas tal como aparecen, y ver de qué forma las vamos conectando con la experiencia que deseamos lograr. La herramienta de hacer un mapa mental (tu idea central dibujada en el centro de una hoja, y, desde allí, todas las ramificaciones posibles que se te ocurran) es muy recomendable para esquivar la tendencia natural a restringir la mente y boicotearnos. Después verás qué harás con esa información que apareció, cómo las unirás o descartarás, para darle sentido de unidad y fluir.
4 – Tomar mucha agua y moverse
El aspecto fisiológico es fundamental para lograr inspiración. En un estado de estrés, agotamiento o problemas físicos o de salud es más complejo encontrar momentos de inspiración. Por eso es que la hidratación es un aliado esencial para depurar el organismo de las toxinas; el movimiento físico (caminar, hacer alguna actividad deportiva, observar la naturaleza mientras lo haces) te van a ayudar a mover la energía estancada. Observa qué sientes cuando sales a la calle luego de algunos días encerrado por una enfermedad, por ejemplo: el mundo parece más resplandeciente, los colores más vívidos y estás más perceptivo con todos tus sentidos. Lo mismo necesitamos generar para alcanzar el estado de inspiración.
5 – Salir del mundo conocido
Una herramienta que te ayudará en el proceso que nos ocupa en este artículo es de que salgas de tu universo frecuente y te conectes con otras experiencias. Por ejemplo, hablar con personas totalmente distintas a ti, pedir a los abuelos o a los niños o niñas un consejo sobre algo, viajar solo, cambiar el camino habitual al trabajo, o, simplemente, desviar la mirada hacia arriba en una línea por encima del horizonte de tu vista, hará que descubras nuevos mundos.Leer algo que no tenga nada que ver con temas frecuentes, probar sabores, indagar e investigar en forma divergente a tu esquema de pensamiento… todo esto ayudará a fomentar tu inspiración.
Una vez que te entrenas en estos cinco puntos observarás cómo los irás integrando en forma frecuente a tu vida, y conectarás más rápidamente con los momentos de inspiración (in-spirit) que has estado anhelando.
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