El caballero de la noche ha cumplido más de 80 años y la legendaria película de Tim Burton más de 30; así que es momento de recordar una de las campañas más batigeniales de la historia.
Corría el verano del 89 cuando el mundo cinéfilo se paralizó. Habían pasado 10 años desde que Michael Uslan, un joven productor fanático del detective murciélago, compró los derechos cinematográficos de Batman. Todo estaba listo, Tim Burton tenía en sus manos la dirección de una película que se convertiría en una cinta de culto.
Sin embargo, no todo era felicidad, cuando se dio a conocer el casting la gente quedó encantada con la elección del Joker (Jack Nicholson), pero muy a disgusto con la designación de Michael Keaton como protagonista. Fue tal el rechazo de los fans que la Warner recibió más de 50 mil cartas apelando la decisión; incluso se podía leer en el Wall Street Journal la noticia de que la gente no estaban satisfecha con el actor, quien había encarnado anteriormente a Beetlejuice.
Para contrarrestar toda esta percepción, el equipo de marketing de la Warner puso manos a la obra (POW-BAM-BOOM), y sabiendo que la conciencia colectiva tenía muy presente la batiseñal, se encargaron de producir una campaña histórica en torno a este símbolo.
El póster
Lo primero fue diseñar un póster que aplicaba la máxima del diseño –menos es más-, utilizando una versión en relieve del símbolo de Batman, únicamente con la fecha de estreno. Este afiche gustó tanto que los fanáticos lo arrancaban para tenerlo en casa, por lo que se decidió conservar la base de éste y únicamente aumentar los nombres del elenco para el póster final.
El Tráiler
https://www.youtube.com/watch?v=EyozzozRsCk&feature=youtu.be
Puede notarse que la edición de este teaser fue apresurada, sin embargo, la calidad de la película venía ya reflejada en este avance que dejó a los espectadores con ganas de más. La gente pagaba, literalmente, por ver el tráiler de Batman, muchos salían de las salas de cine después de verlo sin importar qué película estaba programada.
Wimbledon
¿Cómo promocionar la cinta en el canal más visto de Inglaterra, sobre todo cuando tiene la restricción de no transmitir publicidad? Pues el equipo de marketing ideó imprimir cientos de camisetas con el ya icónico símbolo del murciélago, repartirlas durante un partido de tenis en Wimbledon y el resto es historia.
Prince & Batdance
https://www.youtube.com/watch?v=ulOLYnOthIw&feature=youtu.be
Otro gran acierto fue hacerse de los servicios de uno de los músicos más importantes de la época, Prince logró posicionar el álbum de la banda sonora de Batman en el número 1 de las listas de popularidad –por seis semana consecutivas-, vendiendo más de 11 millones de copias.
Batimanía
https://www.youtube.com/watch?v=fCz-ZPATOXc&feature=youtu.be
No conformes con toda la publicidad, el equipo de marketing exprimió al máximo todos los recursos a su alcance. Una fuerte estrategia de merchandising, patrocinios y colaboraciones dio como resultado que Batman estuviera en la ropa, en el cereal, juguetes, refrescos, ¡todoooo! La batimanía era una realidad verde de 750 millones de dólares en venta de mercancía.
Lo malo
Fue tal el éxito del lanzamiento de Batman, que a pesar de la magnifica segunda parte que desarrolló Tim Burton (Batman Returns, 1992), el estudio decidió doblar las manos ante la presión de las compañías comerciales que pedían un Batman más familiar y menos oscuro, lo que nos trajo dos entregas espeluznantes: Batman Forever y Batman & Robín. ¡Te odiamos, Joel Schumacher!
A pesar del amargo final de esta serie, prefiero pensar que el Batman de los 90 solo tuvo dos grandes partes, gracias Tim; y gracias al equipo de marketing que consiguió que el cine de superhéroes cobrara vida.
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