El llamado storytelling debe ser una de las cosas de las que más se ha hablado en los últimos años. Y la verdad es que la publicidad consiste en gran parte en ello, aunque la denominación sea relativamente reciente. Debido a que es un tema tan considerado, debatido y evaluado en la actualidad, para saber cómo aplicarlo de la mejor manera conviene recurrir a los expertos.
Sospecho que resultaría difícil encontrar un grupo más experto en storytelling que la gente de Pixar, autores de algunas de las historias más extraordinarias de las últimas décadas. Por eso aprovecho la generosidad de Emma Coats, ilustradora de storyboards en Pixar, que compartió en Twitter algunas perlas de sabiduría que recibió en los años que lleva trabajando en el estudio. Estas son las reglas, o algunas de ellas, que aplica Pixar para que su técnica de storytelling sea tan impresionante.
- Se admira a un personaje por su esfuerzo más que por su éxito.
- Hay que tener en mente lo que te interesa como público, no lo que te resulte divertido como guionista. Las dos cosas pueden ser muy diferentes.
- Buscar un tema es importante, pero recién vas a descubrir de qué se trata la historia cuando la termines. Ahora reescríbela.
- Había una vez ___. Todos los días ___. Un día ___. Por eso, ___. Por eso, ___. Hasta que finalmente ___.
- Simplifica. Enfoca. Combina personajes. Evita los desvíos. Vas a sentir que estás perdiendo material valioso pero eso es lo que te hace libre.
- ¿En qué es bueno tu personaje, con qué se siente cómodo? Enfréntalo con su opuesto. Desafíalo. ¿Cómo se las arregla?
- Decide el final antes de escribir toda la parte del medio. En serio. Los finales son difíciles, trabájalos primero.
- Termina tu historia y suéltala aunque no sea perfecta. En un mundo ideal van a suceder ambas cosas, pero avanza. La próxima vez te va a ir mejor.
- Cuando estés bloqueado, haz una lista de lo que NO puede suceder después en la historia. Muchas veces va a aparecer lo que necesitas para terminar con el bloqueo.
- Analiza a fondo las historias que te gusten. Lo que te gusta de ellas es parte de ti, tienes que reconocerlo antes de usarlo.
- Escribir la historia en un papel te permite empezar a arreglarla. Si se queda en tu cabeza, por más que sea una idea perfecta nunca la vas a compartir con nadie.
- Descarta lo primero que te venga a la mente. Y lo segundo, y lo tercero, y lo cuarto, y lo quinto. Saca lo obvio del camino. Sorpréndete a vos mismo.
- Que tus personajes tengan una opinión fuerte. Si son pasivos o flexibles, a ti te puede resultar simpático pero para el público eso es veneno.
- ¿Por qué tienes que contar ESTA historia? ¿Qué es eso que tienes adentro que la alimenta? Ahí está el corazón de la historia.
- Si tú fueras tu personaje, en esta situación, ¿cómo te sentirías? La honestidad le da credibilidad a las situaciones más increíbles.
- ¿Qué es lo que está en juego? Danos una razón para estar del lado de tu personaje. ¿Qué pasa si fracasa?
- Ningún trabajo se desperdicia. Si no funciona, déjalo y avanza: eventualmente va a volver y va a ser útil.
- Tienes que conocerte a ti mismo: esa es la diferencia entre hacer lo mejor que puedes y quejarte por pequeñeces.
- La coincidencia que mete a tus personajes en problemas es genial. La coincidencia que saca a tus personajes de problemas es hacer trampa.
- Ejercicio: toma los elementos de una película que no te guste. ¿Cómo los rearmarías para construir algo que sí te guste?
- Tienes que identificarte con tus personajes y situaciones, no se trata solo de escribir “lindo”.
- ¿Cúal es la esencia de tu historia? ¿Y la forma más breve de contarla? Si lo sabes, puedes empezar a construir desde ahí.
(Fuente: Gizmodo)
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