Un diario digital latino presentó hace unos días un titular un poco desconcertante, el cual alteré un poco para evitar aludidos: “Una mujer en Cannes: ¿está preparada la industria?”.
Se eriza un poco la piel, ¿no?
Todo lo que rodea este titular es desconcertante. Una mujer. Una. ¿Una? Nunca he ido a Cannes, pero ¿una? He visto las fotos, las conferencias, las charlas, las academias y demás y he contado a más de una, más de diez, más de 100, más de 1000. En tal caso, puede ser que esa una, esa única mujer, tenga algo ridículamente especial para que la distinguen como tal, pero salta otra interrogante: ¿por qué la industria no estaría preparada para ella?
Leí el artículo. Lo admito, me detuve a menos de la mitad. Todo era francamente una hipérbole constante de por qué las mujeres en Cannes Lions deberían o no prepararse para tal magno evento. Desconozco quién habrá sido el autor del artículo, y francamente no deseo saberlo. Seguramente esta persona, hombre o mujer, se encuentra en 1960 más o menos, donde las mujeres, siempre capaces, no se les permitía hacer absolutamente nada.
Hoy en día, el 48% de jurados en Cannes Lions 2019 está compuesto por mujeres, siendo esta la cifra más alta jamás antes registrada y, por ende, rompiendo récords. Muchos de ustedes se encuentran aplaudiendo, “¡Genial! Las mujeres lo lograron”. Pues no, a mí me desconcierta y bastante. Tantos años de trayectoria del mejor y más grande festival de creatividad del mundo y menos de la mitad está compuesto por mujeres… Es un poco incomprensible.
Y no, no es culpa de Cannes, el organizador del evento tiene poco o nada que ver. La culpa, si es que así puede llamarse, se la llevan las mismas mujeres, aquellas que tienen miedo de ingresar en una industria manejada por hombres. Chicas, miren MadMen, no es posible que sigan pensando que vivimos así, ¿verdad?
Ahora, moving foward, escuché una entrevista de Anita Ríos, Fundadora y CCO de Anita&Vega en Argentina, quien comentaba que todos en la industria la llaman “Valiente” por ser una mujer dentro de la industria, como si el ser mujer fuese un mérito externo, un esfuerzo más allá de lo natural, a lo que ella responde “No soy valiente por ser mujer, soy valiente por ser creativa”. Todos los creativos, hombres y mujeres, luchamos por la misma oportunidad de que nuestras ideas salgan a la luz y sean capaces de transformar la vida de miles, de todos. Lo más interesante de la publicidad es que no lleva nombre, la idea para la nueva campaña de OldSpice pudo haber sido creada por una mujer, y la nueva imagen de Victoria Secret elaborada por un hombre.
La creatividad no tiene género y si bien es cierto hoy el escenario del 48% de las mujeres, espero algún día poder dejar de hacer esa distinción, y que ahora solo se resalte que es un escenario para personas creativas, que lo que resalte sean las ideas y no el género que las engendró. Eso debe ser Cannes, las ideas no las cifras. Cheers, Anita, estoy contigo.
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