El día de hoy, 17 de Mayo, como cada año se conmemora «El Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia». En los últimos años se ha convertido una tendencia y constante el que, marcas “se unan” a luchas como éstas a favor de la comunidad LGBTTTIQ+.
Es así, como la acción más usual que suelen realizar muchas marcas, es sacar al mercado versiones alteradas de sus productos, regularmente coloreando a estos con la bandera gay. Podemos decir que, de cierta manera, estos productos sí hacen ruido en la sociedad, sí hay un grado de visibilidad, ya que, es como decir “¡Hey, aquí estamos!”, pero ¿están las marcas con ello realmente comprometiéndose a esta lucha? ¿están aportando algo? ¿están entendiendo a fondo las necesidades de la comunidad de la diversidad? ¿es suficiente colorear sus productos con los colores de la bandera gay (misma que no representa a toda la comunidad LGBTTTIQ+)?
Primero, hay que dejar claro para qué existe el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. A partir de 2004, surge este día, para conmemorar la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1990. En México, diez años después, se nombra tal fecha como el Día Nacional contra la Homofobia, dejando de lado el resto de la comunidad LGBT, tras un decreto presidencial. Cabe resaltar que, en dicho decreto, se lee textualmente: “se obliga a todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad”. Suena bastante utópico, ¿cierto?, pero la realidad es que México ocupa el vergonzoso segundo lugar a nivel mundial en violencia hacia la comunidad LGBTTTIQ+, en donde la comunidad trans es la más violentada, 71 asesinatos en 2018, y según datos de Conapred a través su Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (Enadis): un tercio de la población no estaría dispuesta a rentar una habitación a personas trans (36%), ni a personas lesbianas o gay (32%) y a cuatro de cada diez personas no les gustaría que una persona gay o lesbiana fuera electa para la Presidencia de la República.
En este panorama nos queda claro que, las acciones que algunas marcas creen realizar Pro LGBTTTIQ+ no son suficientes. Entendemos que este producto puede servir para crear captación, engagement de nuevos consumidores (casi 3 millones de personas en México declaran no ser heterosexuales, lo cual representa 3.2% según datos de la Conapred 2018), y por lo tanto, mayores ventas, pero fuera de esta superficialidad, ¿en dónde queda la lucha contra la discriminación? ¿qué hay de la violencia, de los asesinatos? ¿qué hay de la falta de legislación a favor de leyes que penalicen estos actos de violencia? ¿qué hay de la transfobia? ¿de la lesbofobia? ¿la bifobia? ¿y qué hay de la violencia pasiva normalizada en la cultura general?
Las marcas deben acompañar sus productos con campañas, discursos y acciones que realmente busquen dar armas y voz a las necesidades de la comunidad LGBTTTIQ+. Es entonces en donde la lista de marcas coherentes, sinceras y proactivas hacia la lucha, se vuelve más corta, hablemos por ejemplo del caso de Uber, que a lo largo de los últimos años ha creado campañas como #UberPride, Whatever your road, ride with pride, “Vamos juntos con Orgullo”, en donde además de ser un acompañante de las marchas del orgullo, también se compromete a una política sin tolerancia a la discriminación mediante acciones como si un conductor o un usuario de la app presentan actitudes homofóbicas, pueden denunciarlos y estas cuentas serán bloqueadas. Además, Uber presenta a nivel empresa una visibilidad de 15% de sus empleadxs lgbt incluyendo a miembrxs de la comunidad trans.
Otro ejemplo es Cinépolis, que da exhibición en salas y en su plataforma digital tanto de películas como de festivales de temática LGBTTTIQ+, como el Festival MIX, y al mismo tiempo se muestra congruente al no permitir exhibir películas como PINK, con mensajes de odio hacia la comunidad.
Y, un último ejemplo, es IMB, que desde 2001 presenta iniciativas pro LGBTTIQ+, con grupos dedicados a realizar iniciativas de inclusión; en 2004 comenzó a otorgar beneficios a parejas del mismo sexo, y a partir de este año tendrá cobertura médica para empleados trans convirtiéndose en la primera empresa en México, en brindar este beneficio.
En el caso de producciones audiovisuales de las marcas, tenemos algunos ejemplos que han brincado del estereotipo divertido y gracioso gay, a mostrar personajes lgbtttiq+ o parejas de una forma más real, simple y hasta bella, y entre ellos podremos mencionar a marcas como: Campbells’, Luvs, Kindle, Tide, Chevrolet, Absolut, Aeroméxico, entre muchas otras. Pero de alguna manera, nos encontramos con que algunos de ellos caen en la monotonía de presentar a hombres guapos homosexuales como sus protagonistas, dejando a un lado la visibilidad lésbica, trans, queer, entre otros. Me es bastante complejo entender el por qué no han indagado a fondo de lo que se trata la diversidad, y en dar voz a la diversidad que se encuentra dentro de la diversidad, la comunidad trans es la comunidad más discriminada y violentada, ¿no habría que darles más voz a su lucha? Las marcas están siendo bastante ignorantes en suponer que LGBTTTIQ+, es sinónimo de gay.
Las marcas están siendo bastante ignorantes en suponer que LGBTTTIQ+ es sinónimo de gay.
Aunque el panorama es lamentable, en México existen actualmente dos asociaciones que trabajan por la inclusión y la lucha de los derechos humanos LGBTTTIQ+ en el ámbito laboral y empresarial, a través del impulso de normas, políticas y regulaciones, a favor de la inclusión y la diversidad, y generar lazos para la atracción de talento LGBT a las distintas organizaciones que la componen, se tratan de Pride Connection México y Federación Mexicana de Empresarios LGBT.
En México, en últimas fechas, también 69 empresas recibieron el certificado de “Mejor lugar para trabajar LGBT” por Human Rights Campaign, a través de su programa Global de Equidad Laboral, que trabaja para promover la inclusión laboral LGBTQ en todo el país, mediante alineaciones de sus políticas corporativas de Diversidad e Inclusión LGBTQ con estándares internacionales. Estos son pasos hacia adelante, hacia un sector empresarial que entiende y atiende las necesidades de la comunidad de la diversidad. Pero de manera general, como nación, nos hace falta un gran camino que recorrer, hablamos de entender, respetar e incluir la orientación sexual, la expresión e identidad de género, así como crear un marco legal para penalizar, investigar y combatir de forma plena los crímenes de odio hacia las personas LGBTTTIQ+, y claramente la lucha contra el bullying homofóbico, lesbofóbico, bifóbico, transfóbico e interfóbico.
Muros grandes que derribar en esta lucha, aunque los golpes para hacerlo han sido lentos pero fuertes, hace falta más aliados sinceros y comprometidos para lograrlo, por una comunidad sin odio y sin discriminación.
FUENTES:
- https://may17.org/
- https://www.uber.com/es-MX/diversity/uberpride/
- https://www.conapred.org.mx/userfiles/files/FichaTematica_LGBTI.pdf
- https://www.soyhomosensual.com/
- https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/92172/DOF_-_Diario_Oficial_de_la_Federacio_n.pdf
AUTOR Gebanuzo.
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