La respuesta, breve y contundente, es sí. Pero, como en casi todos los órdenes de la vida, depende de cómo se lo use.
Hace poco me encontré con un muy interesante artículo en Fast Company que detalla varias maneras en que se puede usar LinkedIn para que dé resultado. Hay momentos en que conviene tener actualizado el perfil de esta red social profesional, incluso si uno no le ve demasiada utilidad. El autor del artículo señala con acierto que casi todo en la vida necesita una actualización de vez en cuando: el auto, la ropa, la foto de Facebook y/o Instagram, etc. En el caso de LinkedIn no se trata solo de la foto de perfil, sino que también el currículum y hasta nuestras conexiones necesitan una refrescada.
Para actualizar tu perfil de LinkedIn, hay una razón obvia y otra no tanto. La obvia es que realmente ayuda en la búsqueda de trabajo y en las conexiones, más allá de que uno esté buscando activamente o simplemente esté abierto a nuevas oportunidades. Si el perfil está actualizado y cuidado, aumenta nuestro atractivo de inmediato. La razón no tan obvia es que actualizar el perfil nos ayuda a nosotros mismos a ser conscientes de nuestra carrera hasta ese momento. Casi siempre hacemos cosas que escapan a la descripción de nuestro trabajo pero están relacionadas con nuestros intereses, profesionales, personales o ambos, y es bueno incorporar esas cosas al perfil.
Ahora bien, ¿cuándo exactamente nos conviene actualizar el perfil? Veamos.
-
Cuando te contrataron pero todavía no empezaste
Tu nuevo trabajo arranca recién en dos semanas. Tal vez no sea tiempo aún de actualizar tu perfil pero sí de compartir un par de posteos: uno indicando que estás dejando tu trabajo actual y otro en el que anuncias tu nueva posición. Es más inteligente separar estas dos comunicaciones, en parte por respeto a tus antiguos empleadores, y en parte porque se puede crear cierto suspenso sobre tu nuevo movimiento. Desde luego, el primer posteo será de agradecimiento por el trabajo que dejas, y el segundo de entusiasmo sobre el que vas a comenzar.
-
Cuando acabás de empezar en un nuevo trabajo
Ahora sí, es hora de agregar tu nueva posición a tu perfil. Podés sumar información sobre tus nuevas responsabilidades, con qué clientes vas a trabajar, y hasta incluir la misión de tu nuevo empleador. También es importante la información para seguir conectando. Si el trabajo es en ventas, por ejemplo, conviene sumar data sobre la compañía y tu puesto, además de toda la información de contacto.
-
Cuando ya hace tiempo que estás en el trabajo
En estos casos vale la pena chequear qué cambió, si asumiste nuevas responsabilidades, si realizaste un proyecto grande, si tenés personal a cargo o si, por el contrario, hay trabajos que ya no hacés. Al agregar estos datos, tu experiencia resultará más impresionante, y también más precisa. Está muy bien, además, compartir links a artículos, entrevistas, notas de prensa y cualquier otro trabajo publicado, si existiera. Por otra parte, este es un buen momento para contar skills adquiridos recientemente, y que tus colegas los recomienden. Es mejor hacer todas esas cosas ahora y no cuando estés buscando trabajo: te va a costar recordar luego todo lo que hiciste.
-
Cuando te ascienden
Por supuesto que vas a querer compartir esto. En tu nueva posición y su descripción, conviene agregar y destacar cualquier cosa que antes no hacías. Y también es bueno que en los settings de tu perfil permitas a tus contactos que compartan tu información. Es una buena oportunidad para solicitar recomendaciones: uno suele hacerlo cuando está buscando trabajo, y es lógico, pero en realidad es mejor hacerlo cuando se acaba de alcanzar un logro tan importante como un ascenso.
-
Cuando estás listo para irte de un trabajo (pero no querés que se sepa)
En LinkedIn es relativamente fácil buscar trabajo sin que tus conexiones se enteren (hay que ir a “Accounts”/”Settings and Privacy”) pero hay otras cosas que se pueden hacer. Primero, asegurate de que esos settings estén apagados: no conviene que tu red se dé cuenta de que, de repente, estás actualizando un montón de cosas en tu perfil. Segundo, mejorá tu resumen: es tu oportunidad de contar tu historia y diferenciarte. Tercero, retocá tu titular para que esté confeccionado de acuerdo con el trabajo que buscás, sin que resulte obvio que te querés ir de donde estás. Si la posición que deseás tiene un título distinto al de tu perfil, cambiá tu título por el que buscás.
-
Cuando es obvio que buscás trabajo
Muchos de los consejos previos sirven en este caso, pero desde luego, ahora necesitás ser más abierto sobre tu búsqueda y podés cambiar los elementos de tu perfil para que quede claro. Solo con agregar la frase “buscando oportunidades en (tu campo de trabajo)”, ya estás haciendo la diferencia. Si hasta ahora no pediste recomendaciones, es momento de hacerlo, ya sea con tu empleador anterior (dependiendo de las condiciones de tu salida, claro) o con jefes y colegas anteriores. Finalmente, posteá un status sobre tu búsqueda. Mucha gente puede no notar que necesitás un nuevo trabajo: es mejor hacerles saber que estás en la búsqueda para que te ayuden.
Hasta acá no se ha mencionado la foto de perfil, y la verdad es que no debería hacer falta: deberías actualizarla cuando tenga sentido y no en algún punto específico de tu carrera. Lo importante es que sea más o menos reciente. Y eso es todo; el resto depende de cómo quieras manejarlo, teniendo siempre en cuenta que hay cosas que corresponden a otras de las tantas redes sociales existentes y no a LinkedIn: últimamente vi demasiadas quejas en ese sentido, sobre personas que hacen comentarios políticos o comparten fotos personales. Para eso están Facebook, Instagram y el resto.
(Fuente: Fast Company)
Comentarios