El reinado de YouTube en el espacio del video se ve constantemente amenazado.
Es evidente que para las audiencias, especialmente las más jóvenes con los Millennial y la Generación Z a la cabeza, el video es la forma más popular de consumir contenido, pero ya no necesariamente con las reglas de juego del gigante de Google. Desde el día uno, a YouTube le han crecido los competidores, con los Live de Facebook, Snapchat, los Stories e IGTV de Instagram, y más recientemente con los videos musicales de 15 segundos de TikTok y el streaming de videojuegos y otros contenidos de Twitch.
Esta última fue creada en 2011 y estaba enfocada originalmente a los videojuegos en streaming. Su objetivo era ocupar un espacio que otras plataformas, como Youtube, no tenían tan en cuenta, como los e-sports. Tal fue su éxito que fue comprada por Amazon por $970 millones de dólares en 2014 y para 2018 ya tenia más de 15 millones de usuarios diarios ( YouTube con su inmensa oferta, tiene unos 30 millones de usuarios diarios).
La plataforma ha evolucionado y ha comenzado a crecer de una manera exponencial, acogiendo a un público de diversos intereses, más allá del mundo de los videojuegos.
Entre sus cambios destaca IRL (In Real Life), lanzado en 2016, un espacio de streaming que se ha convertido en un término general para cualquier tipo de transmisión que no sea un videojuego, pero ha llevado al sitio a convertirse en el hogar de una creciente población de artistas, comediantes, podcasters, músicos, atletas, cocineros y personas influyentes en las redes sociales, que buscan ganarse la vida a través de la transmisión en vivo.
Según la propia compañía, IRL es “una nueva forma de interactuar con los usuarios, inspirado en el estilo vlog personal y que no tiene por qué estar atado a los videojuegos”, es decir, contenido creado por los usuarios para interactuar con sus seguidores.
En la actualidad, esta plataforma es la reina del streaming superando en horas de visualización online al todo poderoso YouTube. Así, en septiembre de 2018 Twitch alcanzó la espectacular cifra de 813 millones de horas de streaming mientras que YouTube se quedó con 226 millones de horas.
Todas estas cifras se monetizan y la plataforma lo hace actualmente de 3 formas: anuncios in-stream, suscripciones y bits o donaciones, lo que supone una gran oportunidad de negocio para el marketing digital y también una opción más para el marketing de influencers.
Twitch se presenta como una plataforma en la que las marcas pueden conectar con su target a través de usuarios que tienen una influencia real sobre su audiencia. Estos influencers crean contenido en vivo que será visto por una audiencia que ya está comprometida y con la que interactúa a diario.
Según datos de la propia plataforma, el 81,5% de sus usuarios son hombres, 55% de ellos entre los 18 y 34 años. En promedio, el 58% de sus usuarios dedica unas 20 horas mensuales a la plataforma. Además, asegura Twitch, que sus usuarios miran más contenido de transmisión en vivo en comparación con el año anterior, y están utilizando activamente la última tecnología para consumir contenido y conectarse con sus compañeros.
Twitch se presenta no solo como una plataforma que podría convertirse en la nueva reina del video sino que es ya mismo una oportunidad única de llegar uno a uno a los usuarios ahí donde ellos pasan gran parte de su tiempo.
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