Instagram no para de evolucionar y con más de 1,000 millones de usuarios activos y más de medio millón de anunciantes es el escaparate de productos y servicios más popular del mundo. Para las marcas, sin importar su tamaño, puede ser además un potente canal de ventas.
Desde que lanzó hace unos meses la herramienta Instagram Shopping (primero solo con una veintena de marcas como prueba) las marcas pueden etiquetar sus productos en las imágenes que publican en el feed y cuando un usuario hace clic sobre uno de los productos etiquetados tiene acceso al precio y a un detalle del producto mucho más completo de lo que que puede ver en la foto. Un clic más y puede comprarlo directamente en la página de la marca. Con esta nueva funcionalidad, además, las marcas pueden elegir una foto y etiquetar hasta 5 productos dentro de ella. Si se sube un carrusel de imágenes se pueden etiquetar hasta 20 productos.
Aunque muchos piensen que con esta herramienta la marca no necesitará de embajadores o intermediarios y que llegará directamente a su target se olvida que el alma de las redes sociales son los usuarios y que estos basan sus decisiones de compra en la confianza y credibilidad de las personas que siguen en las redes sociales, es decir, en los influencers.
Los influencers, que somos todos respecto a nuestro entorno, han tenido un papel fundamental en el llamado “comercio social” ya que son la fuente más popular de inspiración para sus seguidores que ávidos se vuelcan a Internet a buscar aquello que recomienda su influencer favorito o quiere visitar ese destino que tanto promete en su feed.
Es cierto que faltaba ese paso final para completar el funnel que tanto marcas como consumidores estaban esperando para que el usuario compre sin tener que interrumpir el scrolling abriendo una ventana del navegador. Pero recordemos que el marketing de influencers ha probado ser un excelente aliado para que esas compras finalmente se concreten.
Los influencers no sólo son cruciales para el brand awareness sino que sin la amplificación que estos prescriptores dan a las campañas, y la confianza que despiertan en sus seguidores, a las marcas se les haría muy difícil cumplir con sus objetivos de ventas.
Instagram ha entendido que una herramienta como ésta realmente es un canal más de venta y atiende a una necesidad tanto de los usuarios como de las marcas; sin embargo, no debe olvidar el importante papel que juegan en esa ecuación los prescriptores de tendencias que son los influencers.
Como un insider de la industria veo que esta herramienta beneficia también al influencer marketing al que constantemente se pone en tela de juicio por los no siempre transparentes mecanismos que conllevan sus métricas.
En los inicios de Instagram era muy complicado medir el número de ventas que provenían de esta red social, pero con Instagram Shopping ahora sí podemos medir qué ventas se originaron en esta red social.
No quiero terminar sin anotar algunas otras ventajas de usar esta herramienta como canal de ventas:
- Atrae más tráfico a la web de la marca. Cuando un usuario hace clic en un producto, directamente se está redirigiendo hacia la web sin ninguna barrera de entrada.
- Contribuye a obtener un mayor número de pedidos. Los usuarios de esta red social agradecen la inmediatez y la simplificación de la compra.
- Se trata de otra fuente de posicionamiento SEO. Es importante que la marca concentre sus esfuerzos en posicionarse en esta red social para incrementar su presencia social.
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