A través de los años, mi relación con las musas del sonido se ha dinamizado constantemente. Las personas allegadas a mí, saben que siempre pregono a los cuatro vientos los efectos curativos que la música tiene en mí. Ahora bien, más que una tesis de los estudiantes del aire, en esta ocasión quisiera destacar algunos conceptos en común entre la música y la publicidad, y cómo la creatividad se convierte en una fuente de ideas para ambas. Pero antes, un poco de contexto.
En la década de los 60, cuando la publicidad gringa gozaba de un gran auge, –en particular la producida en Madison Avenue, Nueva York, los famosos Mad Men– todos querían trabajar en una agencia. Pertenecer a la industria publicitaria en el área creativa, de cuentas o finanzas de una sede global, era un indicador de tu calidad de vida.
Como en aquella época, el objetivo de la publicidad es el mismo hasta estos días: persuadir al público mediante ciertos mensajes para comprar algo. Lo que ha cambiado ahora son las plataformas donde se emiten dichos estímulos.
En días anteriores hurgando en internet, di con un video en YouTube de José Manuel Zapata, tenor español cantante de ópera que reflexionaba acerca de la relación entre su oficio y las ventas. Aunque yo aterricé en dicho video buscando ejecuciones del do de pecho, el objetivo de su charla me pareció interesante. A continuación retomo algunos conceptos que aborda el tenor y otros que considero destacables para ser mejores creativos publicitarios con la música como maestra.
1 Explora la historia
Como el caso antes mencionado en N.Y., entender los antecedentes del oficio ofrece sustento e inspiración para tu talacha diaria. Ya sea Chopin, Ogilvy o Paul McCartney, indagar en la historia de tus ídolos y en este viaje conocer a otros menos famosos, te brinda la oportunidad de analizarlos mejor y así aprender de su obra.
2 Conoce tu instrumento (*Risas*)
Para desempeñar con éxito cualquier labor es indispensable conocer tus herramientas de trabajo a la perfección. Tu piano, tu tableta de dibujo o tu Moleskine pueden ser instrumentos imprecindibles al trabajar, mientras más los domines mejores espectáculos ofrecerás.
3 Estudia a tu audiencia
Conocer bien al público al que te diriges es fundamental para venderle mejor. Como lo menciona Zapata, para él existen tres tipos de audiencia en la ópera: el Entendido, que asumo se refiere a quien llega a ti por curiosidad; el Amante Perfecto, que le gusta lo que haces y se identifica y el Vanidoso, ese experto de la materia que rara vez actúa sorprendido. Los recursos creativos para darles lo que quieren, cuándo lo quieren y cómo lo quieren, garantiza el éxito de tu campaña publicitaria. Recuerda que la excelencia de la ejecución depende más de quién compra que de quién vende, tu público emite el juicio final.
4 Practica y Perfecciona
Dar el do de pecho sin desafinar no es cuestión de suerte sino de práctica, al igual que llegar a un pitch y ganarlo con la primera idea que salió de peloteo en la agencia. Es preferible ensayar y perfeccionar tu técnica a tener presentaciones flojas sin aplausos.
5 Trabaja en conjunto
Ya seas director, solista o espectador, en todo momento siéntete parte del show. Orquestar y dirigir los movimientos de la sinfonía es una tarea difícil; el líder necesita encontrar la virtud en los integrantes y saber qué participación le asigna a cada uno de ellos en el conjunto. El objetivo es combinar varias voces para cantar al unísono en perfecta armonía.
6 Descubre nuevos caminos
En la península ibérica durante el Renacimiento fue muy popular el género de la Ensalada, una mezcla confusa de cosas sin conexión aparente que combinaba diversos idiomas, danzas, instrumentos e historias; y fue famosa por su efecto divertido en las fiestas de palacio de los cortesanos. Ser creativo es saber ensamblar partes convencionales ya existente de manera original.
En fin, así como la música, la publicidad también intenta tocar fibras sensibles en el público que provoquen acciones, y la creatividad es esencial en esta ecuación, la cual oscila entre la seducción y la entrega.
¡¿QUÉ DICE EL PÚBLICO?!
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