Esta es la continuación a los primeros ejemplos de clásicos de la cultura popular (y de la cultura a secas) que en su momento fueron destrozados por la crítica e ignorados por el público. El último ejemplo es una joya.
- Los Simpsons casi son cancelados antes de que el primer episodio fuera emitido. Este se llamó “One Enchanted Evening” y nadie estaba contento: ni sus creadores ni el canal. El problema no era el guion sino la animación, bastante cruda. El segundo capítulo, en cambio, fue “Bart the Genius”, y resultó mucho mejor. Tanto que prácticamente salvó a la serie.
- La clásica y célebre novela “Slaughterhouse-Five”, de Kurt Vonnegut Jr., fue despreciada por la revista New Yorker. La crítica, publicada en 1969, sostuvo que la prosa del escritor era “deliberadamente simple, y eso la hace nociva”. “Vonnegut”, afirmó la revista, “cae ocasionalmente en la fatuidad”.
- La película “Fantasia” de Walt Disney (1940) fue menospreciada por el estudio que debía distribuirla, RKO. La calificaron de “musical de pelo largo”.
- Mucha gente está convencida de que “Wish You Were Here” es el mejor álbum de Pink Floyd. Cuando salió, en 1975, los críticos no se mostraron tan entusiasmados, en parte porque fue el disco que siguió a “Dark Side of the Moon”. En la revista Rolling Stone escribieron que “Shine On You Crazy Diamond”, la épica obra sobre su anterior guitarrista, Syd Barrett, era tan aburrida que “habría sido lo mismo que cantaran sobre el cuñado de Roger Waters recibiendo una multa por mal estacionamiento”.
- Muchas de las primeras críticas a la adorada serie “Friends” fueron lapidarias. Las quejas afirmaban que “los personajes solo beben café y hablan sin un propósito definido”, y que el programa usaba demasiadas referencias a la cultura popular.
- En la actualidad, la gran mayoría de los fans sostiene que nadie va a superar la interpretación del Joker que hizo Heath Ledger en “The Dark Knight” (Christopher Nolan, 2008). Pero cuando se anunció su elección para hacer el personaje, la reacción de casi toda la Internet fue furibunda. Algunos comentarios: “No es buen actor”, “Es una vergüenza”, “NOOOOOO”, “No tiene lo que se necesita”, y varios chistes, algunos homofóbicos, sobre su participación en “Brokeback Mountain”.
- Las primeras reacciones a “Game of Thrones” (la serie, no los libros) coincidieron en calificarla de “cosa de niños con algunos elementos para adultos insertados”. El show fue definido como “ficción para muchachitos que no nos permite el ingreso a los más grandes”, lleno de “los temas favoritos de los infantes”.
- El clásico “Bambi” de Walt Disney no recaudó dinero en su estreno, y los críticos la llamaron “totalmente desagradable”. Uno de los problemas que le adjudicaron a la película era que los animales parecían animales, a diferencia de, por ejemplo, Mickey Mouse o el Pato Donald.
- A pesar de que muchos críticos aseguran que “Breaking Bad” es la mejor serie de la historia, no pensaban lo mismo cuando comenzó a emitirse. La llamaron “Malcolm in the Meth Lab” (un juego de palabras debido a que su protagonista, Bryan Cranston, venía de hacer la comedia “Malcolm in the Middle”). El New York Times sostuvo que ver los primeros episodios requería un “duro esfuerzo”, y que le faltaba la originalidad y la chispa de la serie “Mad Men”, que ya emitía el mismo canal, AMC.
- Las reacciones tempranas a “El Resplandor” (“The Shining”, Stanley Kubrick, 1980) no fueron unánimes, pese a que hoy se considera que es uno de los filmes más terroríficos de todos los tiempos. De hecho, Kubrick fue nominado al primer Razzie Award (otorgado a lo peor de cada año) de la historia como Peor Director.
- “Bohemian Rhapsody” es uno de los temas más icónicos de Queen y de todo el rock; tanto que dio nombre a la exitosa biografía cinematográfica de Freddie Mercury. Peeeeeero… cuando se editó los críticos estuvieron lejos de adorarla. En la Rolling Stone (cuándo no) escribieron que era “un pastiche desvergonzado”; la revista Time aseguró que “las letras de Queen no son precisamente material para sonetos”.
En fin, ya saben: si presentan una campaña publicitaria y el cliente declara que le parece poco original, débil y desagradable, ustedes pueden contestar que dentro de varias décadas esa misma campaña se va a convertir en un clásico de la cultura popular. Después de todo, quién sabe, ¿no?
(Fuente: Cracked.com)
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