Cada vez que algo funciona no faltan los detractores que buscan minimizar lo positivo o criticarlo. El marketing con influencers no es una excepción.
Ha estado en la mira por su novedad y rápido crecimiento es un hecho, que se han señalado vicios y malas prácticas –compra de seguidores, cuentas falsas, uso de bots- es oportuno, pero de ahí a difundir mensajes alarmistas de que el marketing de influencers está decayendo, se aleja diametralmente de la realidad.
Como consumidor y también como experto en la industria me pongo en la posición de unos y otros. Como consumidor me pregunto: ¿cómo se puede confiar en que alguien que aparentemente es creíble y popular si existe una alta probabilidad de que esos números se inflen artificialmente? Por el lado de las marcas, también soy consciente de que es posible que cualquier indicador de alcance, impresión o engagement sea fraudulento o que resulte inútil para mi campaña.
Sin embargo, puedo decir que con sus retos y aspectos negativos que ensombrecen a la industria, el marketing de influencers no solo sigue vigente sino que crece y seguirá haciéndolo porque es el boca-oreja potenciado por las plataformas digitales, el sueño de la publicidad uno a uno.
La originalidad de los contenidos y los nuevos espacios que los influencers ofrecen a las marcas son las razones principales por las que el marketing de influencers todavía está de moda.
Según una encuesta reciente, el 84% de las agencias de medios y anunciantes piensa que el marketing con influencers es efectivo o muy efectivo, el 93% de ellos lo usa y han encontrado en él una forma eficaz de conectarse con los consumidores en las redes sociales, de manera orgánica y a escala.
Las marcas valoran fundamentalmente que los influencers les permitan llegar a su público objetivo y dan credibilidad a los mensajes. Siguiendo la misma encuesta, para el 35,3% el marketing con influencers tiene mejor ROI que otro tipo de campañas, por encima del SEO (29,4%) y Social Ads (21,6%).
La industria pasa por un momento de maduración que por un lado ha visto una profesionalización de los influencers y que por otro exige parámetros más precisos para conocer el verdadero valor de las campañas con influencers.
En este 2019, el marketing de influencers tiene varios retos a los que hacer frente: medir el ROI (27,9%), garantizar la autenticidad de los seguidores (21,2%), identificar a los influencers más relevantes (16,3%), asegurar la visibilidad del contenido frente a los cambios constantes de algoritmos (14,4%), calcular la compensación justa para cada influencer (13,5%) y finalmente, la contratación y términos legales (2,9%).
Además de estos aspectos y como ya he dicho en otros artículos, solo después de que se haya identificado el objetivo de una campaña, se puede determinar cómo realizar el seguimiento de sus KPI y analizar cómo se ha desempeñado un influencer. Insisto en que cada nueva campaña de marketing debe basarse en objetivos medibles que definan lo que equivale al éxito para cada marca.
Nos queda mucho por aprender y evolucionar en esta industria, pero lo que es un hecho es que el marketing de influencers seguirá creciendo porque es lo más cercano a ese consejo real y creíble que todos buscamos como consumidores. No olvidemos que todos somos influencers.
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