En una época, aquellos que, como yo, se compraban discos todo el tiempo, reconocían de inmediato si la tapa había sido diseñada por una extraña entidad llamada “Hipgnosis”. Buscar a los responsables del diseño en los créditos del álbum confirmaba la sospecha: esa tapa, siempre llamativa y significativa (fuera quien fuera el artista) la habían creado ellos.
Algunos ejemplos: los chicos desnudos de “Houses of the Holy”, de Led Zeppelin; el tipo en culo mirando edificios de “Going for the One”, de Yes (que en aquel entonces había abandonado a Roger Dean, su icónico diseñador); la cara derretida de Peter Gabriel en su tercer disco; la vaca mirando a cámara de “Atom Heart Mother”, de Pink Floyd; los robots teniendo sexo de “Technical Ecstasy”, de Black Sabbath.
¿Qué es Hipgnosis? Una empresa de diseño y fotografía fundada en 1967 por los artistas Aubrey Powell y Storm Thorgerson. La era psicodélica inmediatamente anterior a ellos había producido algunas tapas memorables, pero en realidad casi todos los discos de la época tenían las caras de los artistas en las carátulas; Hipgnosis hizo mucho por cambiar esa estética. Así lo cuenta el libro “Vinyl . Album . Cover . Art: The Complete Hipgnosis Catalogue”, que incluye las 373 tapas que hizo la compañía entre 1967 y 1982 (la empresa sigue trabajando hoy). Tal vez el álbum más icónico y legendario diseñado por estos muchachos haya sido “Dark Side of the Moon”, editado por Pink Floyd en 1973.
Powell cuenta que se reunieron con la banda en los estudios Abbey Road, y los músicos ya tenían decidido el nombre del disco. El tecladista Richard Wright los recibió preocupado porque “no quería uno de esos malditos diseños surrealistas otra vez”. Lo que Wright quería era algo elegante, una sola y simple imagen, como una caja de chocolates. El resto de la banda estuvo de acuerdo. Powell y Thorgerson se fueron deprimidos y se pusieron a pensar en cómo satisfacer el pedido del grupo. Unos días después Powell estaba hojeando un libro de física y encontró una foto de un pisapapeles de vidrio atravesado por los rayos del sol, lo que creaba un arco iris. Se lo mostró a Thorgerson y este dijo que esa iba a ser la idea: “Un prisma; ese es el show de luces de Pink Floyd”. En sus primeros años, las caras de los integrantes de la banda no eran muy conocidas, ya que preferían dejar hablar a su música y su elaborado show de luces. El prisma y el arco iris representaban ese concepto, y la línea blanca era un momento singular que se convertía en colores maravillosos.
Los diseñadores dibujaron su propuesta en un papel y lo llevaron a Abbey Road junto con varias ideas más. Pero cuando pusieron el prisma en el piso, los cuatro músicos respondieron con frases como “Es esa”, “Es maravillosa”, “Es exactamente lo que queremos”, “Eso es Pink Floyd”. Thorgerson, sin embargo, se enojó porque quería que vieran las demás ideas, que incluían un personaje muy parecido al Silver Surfer de la Marvel. La banda las rechazó todas, por lo que Hipgnosis contrató al ilustrador George Hardie para que haga la tapa (Powell cuenta que ellos no tenían idea de cómo hacerla). Mientras tanto los dos diseñadores se fueron a Egipto y tomaron un montón de fotos de las pirámides para crear los pósters que acompañaron al álbum.
La tapa final es muy simple. Su creador la define como increíblemente sosa, lo que hace aún más interesante el hecho de que se haya convertido en una de las más memorables de la historia del rock. Ese año, 1973, fue cuando Hipgnosis llegó a la fama. Dos meses después hicieron la ya mencionada tapa de “Houses of the Holy”, de Zeppelin, y según Powell recién allí empezaron a ganar dinero. Si pueden conseguir el libro, se van a encontrar con innumerables ideas geniales y la historia de muchas de ellas. No se lo pierdan.
(Fuente: Rolling Stone)
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