“Mientras más me limito, más me libero” decía el compositor y director de orquesta ruso Ígor Stravinski, uno de los músicos más importantes del siglo XX, acerca de la creación musical y cómo encontrar una solución original con recursos limitados.
A lo largo de nuestra carrera, todos los que trabajamos con la creatividad como nuestro mayor activo, hemos escuchado más de alguna vez frases como: “el cielo es el límite”, “think outside the box”, “limits don’t exist”, entre muchos otros aforismos; y también se dice que para convertirse en un genio de la creación y dominar la inventiva hay qué imaginar sin restricciones.
En efecto, al momento de buscar una solución es necesario abrir la mente a nuevas posibilidades que nunca antes habíamos considerado, pero para ser creativos no sólo basta pensar mucho. Según Einstein, un sujeto promedio tiene un uso limitado de su cerebro, se estima que entre un 10-20% de su capacidad de pensamiento. Pero aún cuando desatáramos todo nuestro talento pensante, es esencial aprender a seleccionar. Lo más difícil de la creación es la edición.
La inteligencia no se basa en la cantidad de pensamientos sino en la calidad intelectual de los mismos. Qué producir con los recursos que tenemos a nuestro alcance cobra más importancia cuando estamos bajo presión.
La creatividad debe tener límite, encuadre y utilidad, si carece de los anteriores no es más que una bola de ocurrencias vagas que no ofrecen una solución real. A propósito de esto último, les comparto una experiencia personal.
A finales de octubre de 2018 en el congreso de diseño y marketing D10MX en Mazatlán, tuve la fortuna de conocer a uno de los mejores creativos mexicanos, Luis Gaitán. Tomé un taller de creatividad con quien por aquellos días era Head of de Google México (ahora hace lo suyo en Uber México como Executive Creative Director).
También en esas fechas para desgracia de todos los sinaloenses, el huracán Willa azotaba con fuerza las costas del pacífico mexicano. Luis aprovechó esta coyuntura para buscar una solución a un problema climático real y actual como éste.
Divididos en grupos de 3, el reto era encontrar una utilidad que ayudara a salvar vidas mediante una app de Google y teníamos que hacerlo en sólo 1 hora. ¡Un pitch en UNA HORA!
No era la primera vez que un equipo y yo estábamos bajo un deadline de este tipo, pero lo que nos puso mayor presión fue escuchar: “Consideren que miles de vidas podrían depender de esta solución” en la voz de Gaitán, Presidente del Círculo Creativo. ¡Gulp!
Luis basó su dirección en hacernos responder preguntas muy claras: ¿Cuál es el problema real?, ¿Es importante para el usuario esta solución?, ¿Es útil para él?
Seguido el clásico peloteo, decir disparates y escribir varias líneas, llegó la parte de elegir lo primordial para salvaguardar vidas humanas antes, durante y después de un desastre natural.
Nuestra idea fue utilizar el Asistente de Google mediante el comando de voz especial: “¡Google Sálvame!”. Una vez ejecutado, el smartphone activaría ciertas modalidades de geo-localización, tips de rutas críticas, teléfonos de emergencia, avisos del estado del clima en tiempo real, compartiendo nuestra ubicación a familiares y amigos. Todo el grupo en la sala tuvo ideas fantásticas incluso con un lapso y condiciones limitadas.
Aunque el resultado que escribo ahora puede sonar muy sencillo, realmente fue una experiencia retadora y formativa.
En conclusión, reafirmo lo que he aprendido durante el tiempo en mi oficio; es difícil hacer que las cosas sean fáciles. La solución más creativa no requiere de complejidades, sino por lo contrario, debe ser la más sencilla, original y útil. ¿Tú qué opinas?
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