Para ti que te sientes orgulloso de salir a las 2 de la mañana, presumes que en 3 años no has tomado ni un sólo día de vacaciones y/o piensas que quién eligió esta carrera está obligado a vivir para la agencia.
Para ti… que en plena Navidad… estás adelantando pendientes.
Dejemos de romantizar el caos y la desorganización… del cliente, de la agencia, de quién sea. Quedándote hasta tarde NO ESTÁS AYUDANDO; al contrario, NOS ESTÁS PERJUDICANDO.
No te lo digo desde una perspectiva “comodina”. No es para evitar que el cliente se acostumbre a tenernos a su disposición… a estas alturas, eso es lo de menos. Lo verdaderamente grave es que se acostumbre a entregas vacías, conceptos sin vida y gráficas mediocres… en fin, a campañas hechas a las 2 de la mañana. A nadie le llegan mensajes con locutores fingidos, actores que sobreactúan anuncios infestados de lugares comunes y frases pretenciosas que no dicen absolutamente nada.
¿Quieres hacer algo relevante? ¿Quieres ser verdaderamente memorable? VIVE. Olvídate por un momento de los KPIs, deja de pensar en deadlines… cierra esa presentación… y VIVE.
Vete al parque, viaja en metro, platica con un taxista y visita un mercado. Vivimos en un país lleno de ideas: tenemos grandes expresiones de arte, un amplio repertorio gastronómico y gente acostumbrada a resolver problemas de las maneras más creativas posibles, ¿por qué limitarte a buscar inspiración detrás de una computadora?
Somos un país en el que te puedes encontrar a Superman en una iglesia y a Spiderman en el metro…
Un país que cree más en sí mismo que en las leyes de la física.
Un país que se burla de los problemas…
…con los copys más creativos.
Un país que en plena época de elecciones, habló más de la serie de Luis Miguel que del debate presidencial. 
Un país al que le interesan las historias más que los ingredientes de un producto; que le gusta emocionarse en lugar de pensar que vitaminas tiene lo que está tomando. Un país que necesita que sus creativos dejen de tener como referencia otros anuncios y voltee a ver el día a día.
Querido Workaholic, ¿quieres matarte por algo? No lo hagas por la publicidad, hazlo por comunicar la vida.
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