Del cine me enamoré desde muy pequeña, cuando los complejos eran uno solo y no este formato de multicinemas que tenemos hoy en día, las palomitas con sabor mantequilla siempre han sido parte de este encanto. Ahora me siento un poco confundida, porque también amo estar en casa, donde igual puedo comer palomitas de mantequilla y ver mis películas, aquí cambio la mega pantalla por estar en pijama. Películas nuevas contra maratones de mis series favoritas, cine contra Netflix, el dilema del momento.
La experiencia de comprar tu ticket, tus palomitas y luego ir a ver tu película es en realidad la magia del cine que nos ha encantado a lo largo de los años, porque el cine ha sido donde ocurrió aquella cita con el chico guapo que te gustaba o donde te diste tu primer o muchos besos. El cine ha crecido contigo y tú has crecido con él, la idea de concederlos separados es simplemente impensable, ahí viviste tantas emociones que lloraste, reíste o suspiraste.
Anteriormente no había mucha confusión, la cosa era simple, sólo había cine. Sin embargo, de unos años para acá surgió Netflix, una plataforma que te permite ver contenidos cinematográficos o series de televisión completas a través de una pantalla inteligente, computadoras o dispositivos móviles.
Ahora puedes ver lo que quieras cuando quieras, sólo es cuestión de pagar tu suscripción mensual, seleccionar el contenido que mejor se acomode a tus gustos y disfrutar, si quieres más la misma plataforma te va proponiendo más y nuevas cosas, material que incluso la propia plataforma ha ido creando.
La pregunta es, ¿deben competir al mismo nivel?, ¿Netflix y el cine están al mismo nivel? Algunos han argumentado que la plataforma de streaming puede ser el final del cine, otros dicen que más bien se trata de una alternativa diferente para los usuarios y que no deben compararse.
Quizás hasta ese momento todo era así, pero ahora uno de los cineastas con más renombre a nivel internacional y un orgullo de nuestro país ha abierto la discusión al intentar participar en premiaciones de cine cuando su proyecto está patrocinado y destinado a verse a través de Netflix.
Guillermo del Toro y su película “Roma” ha luchado incansablemente por apostar por una nueva forma de comprender el cine, las grandes empresas cinematográficas por su parte han establecido que si la película pretende tener un mayor alcance en salas de cine comerciales debe esperar al menos 90 días para salir a la luz en la plataforma.
Desde mi perspectiva es que esta postura ha dado mayor publicidad a la misma película y por ende más presencia a Netflix, yo creo que han utilizado el argumento de las compañías de multicinemas para crear un marketing en torno a la película. La decisión a mi parecer de no distribuir la película en cines comerciales estaba decidida desde hace tiempo atrás, pero era necesario crear este escenario para dar de qué hablar y apostar por algo nuevo.
Si la campaña ha funcionado, somos nosotros, los consumidores quienes tenemos la responsabilidad de decir qué pensamos, nuestra presencia en salas no comerciales da otro aire al material, lo vuelve a convertir en arte, o bien si preferimos esperar en nuestra casa a ver el contenido, también debemos estar preparados a comenzar a tener un cine más personal, como sea, el cine está cambiando. ¿Usted qué prefiere?
AUTOR Ana Laura Guzmán Ha colaborado como periodista, locutora y editora de medios nacionales, ha sido funcionaria de gobierno federal en áreas de comunicación y asuntos internacionales, ahora y desde hace 6 años enfoca todos sus esfuerzos a la creación de estrategias de comunicación para diversas agencias, actualmente es Directora General de la agencia Brain Fit.
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