Toda esta onda de Halloween me puso a reflexionar sobre aquellas cosas que más me asustaban de mi trabajo.
En mi sillón de pensar, comencé a enlistar las más terroríficas en el social media. Sin embargo, a medida de que iba avanzando, me di cuenta de que, hasta la fecha, no había nada más horrible que los 3 tipos de clientes que te presentaré a continuación.
¿Listo para conocerlos?
Go!
El desaparecido
Se trata de un espelúznate personaje que nadie debería tener en su cartera de clientes.
Se caracteriza por hablar muchísimo sobre lo fabuloso que es él/su marca/empresa o cualquier tema que le rodee. Ama que lo visites y que inviertas muchísimo tiempo en cada reunión, tú sabes, tiene mucho que decir.
Casi siempre se queja un poco de los precios pero al final termina aceptando porque *Introduce voz de ultratumba* jamás te va a pagar.
Al principio, te explica que está un poco “apretado” y que no podrá cancelarte en el momento que acordaron. Luego, te hace esperar, esperar y esperar. Cuando menos lo esperas ha dejado de responderte. No lo consigues por ningún lado y cuando vas a visitarlo nadie sabe de él, está desaparecido.
Recomendación: confía en tu instinto, todos lo tenemos. Si el personaje no te inspira confianza, pues ve poco a poco con él. Aplica políticas en tus trabajos donde incluyas, “hasta que el cliente no pague lo que corresponde en ese momento, no moverás un dedo”.
La bruja asesina
Ten mucho cuidado con ella, cuando menos lo esperes, tendrá su cuchillo en tu cuello e intentará desangrarte.
Este cliente escucha con mucha atención cada una de tus palabras. Se sienta pacientemente y te observa con su escalofriante actitud. Una vez que terminas tu discurso, comienza a decirte que está completamente en contra de todo lo que dices, que ella sabe más que tú porque en una cuenta que tenía en Instagram, lograba tener más éxito que miles de Community Managers juntos.
(Jaja, eso último de verdad me pasó)
Nunca será suficiente. Tu trabajo siempre lo verá como insuficiente, malo, incluso si te está saliendo de maravilla. Cada vez que tenga oportunidad te sacará en cara que no eres lo suficientemente bueno.
Recomendación: si esto te parece poco, déjame decirte que esta clase de clientes resultan ser tóxicos para tu vida. El uso constante de agresión verbal tenderá a hacerte sentir mal en algún momento. Por muy seguro que seas, terminará afectándote. ¿Lo peor? Su cuchillo jamás dejarás de tenerlo en tu cuello.
El no nacido
Solo por no agregar la palabra “mal” en vez de “no”.
Este en particular es el peor, al menos para mí.
Fui criada por un papá suuuper adelantado a su época. Jamás me hizo sentir menos o que tenía ciertas obligaciones por el simple hecho de ser mujer. No había sentido discriminación de género hasta que este demoníaco personaje llegó a mi vida.
-Chicas, esta descripción y recomendación va para ustedes-
Este cliente se caracteriza por ser arrogante y estar orgulloso de ello. Muy pocas veces te mira a la cara porque está ocupado hablando con el otro hombre del lugar. No te toma en serio, no te escucha y cuando intentas darte a respetar, alzar tu voz, voltea a verte solo para decirte que estás muy linda. Luego, solo con su lenguaje corporal, te dirá que no te metas, que los hombres están hablando.
Si no estás con algún compañero, tenderá a hacer preguntas ofensivas solo para saber si eres lo “suficientemente inteligente” como para que él te escuche.
Es terrible.
Recomendación: si jamás lo has vivido, eres afortunada. Si te llegas a encontrar con él, vete. No tienes nada que demostrarle a un ser que se quedó en el siglo pasado. Es mucho más sano para ti, te lo aseguro.
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