La semana pasada escribí un artículo llamado “Trabajar más horas no es lo más inteligente” en el que abordé esencialmente que se puede gestionar el tiempo (algo finito) pero más importante y poderoso es la gestión de la energía y que hay cuatro fuentes principales de energía que pueden ser gestionadas.
El artículo de hoy, hablará de la fuente uno: EL CUERPO.
Para gestionar efectivamente la energía por medio del cuerpo, se deberá primero cambiar aspectos y rituales básicos de vida, no es algo nuevo o que no sepamos, pero si es algo que la gran mayoría no los practicamos ya que, o somos muy pobres para esas cosas, o estamos en cargos muy básicos y eso no aplica, o estamos en grandes empresas en cargos muy demandantes y no tenemos tiempo; los pretextos siempre sobrarán, sin embargo, la realidad es que si ponemos de nuestra parte podríamos tener resultados muy diferentes (energéticamente) sobre nuestros cuerpos y no sentir que llegamos totalmente desgastados y casi sin poder ponernos de pie a la casa, o despertarnos sin ganas reales de despertar o trabajar.
El primer gran hábito es despertar más temprano de lo habitual, darse tiempo para desayunar, es muy revitalizante cuando el desayuno es en familia, hacer ejercicio, darse tiempo para su propio cuerpo sin caer en los excesos tipo Adonis, alimentarse con porciones menores de comida y cada tres horas, darse un espacio de descanso básico muy simple y breve en el trabajo cada 90 minutos, en trabajos operativos se suele llamar pausas activas, pero en cargos de supervisión o jefaturas se suele conocer como «perder el tiempo», sin embargo, está asociado de manera directa a los «ritmos ultradianos» (un espacio de entre 90 a 120 minutos en los que hay una variación de niveles de energía muy pronunciados, asimismo están relacionados o regidos por la dopamina y, como todos sabemos, la dopamina es importante en la función motora del cuerpo) si nuestro ritmo se respeta y se le direcciona, el resultado será un mayor nivel de energía aplicable a nuestras actividades diarias, el aspecto final a aplicar es dormir a una hora adecuada, si despertamos más temprano lo lógico es dormir más temprano y con la aplicación de estas costumbres nuestros sueños serán mucho más reparadores.
Muchas personas suelen decir hoy trabajé esta nueva rutina diaria y estuve más irritable, mi energía decayó y no lo intentaré nuevamente, pero recuerde que, éste como cualquier cambio en la vida requiere adaptación, los resultados se verán mucho antes de lo que usted espera, permítase un tiempo a usted y a mejorar su energía del cuerpo y verá los resultados en la casa, el trabajo y en la vida.
Comentarios