Mi historia de emprendimiento no es tan distinta a muchas que podrás leer o escuchar en la web. Todo comenzó hace 4 años, cuando yo y mi esposa decidimos crear una empresa que juntara mis talentos como creativo publicista, y los suyos, de abogada. La planeación y desarrollo del proyecto tardó un par de años y, aunque ya estábamos listos, no podíamos obtener el valor necesario para renunciar a nuestros “trabajos seguros” y luchar por nuestros sueños. Pero todo cambió cuando ambos recibimos, con un mes de separación, la triste, o gran noticia, de que habíamos sido despedidos de nuestros respectivos empleos. Lo que vino después no fue fácil, ya que fueron años de arduo trabajo, pero hoy estoy seguro que la vida en las agencias de publicidad no estaba hecha para mí, por ello quise compartir contigo tres razones por las que yo no regresaría a la industria, pero que también podrían ser tres motivos para que tú emprendas tu propio camino.
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Las agencias son universidades, y podrías llegar a ser el rector, pero jamás el dueño de la institución
Algo frustrante en todas las empresas es el hecho de trabajar y empeñarte año tras año para lograr los objetivos de la compañía sin obtener el mérito necesario por tus resultados. Sin embargo, en el caso de las agencias de publicidad, el caso es un poco distinto, pues estos centros de trabajo funcionan muchas veces como verdaderas universidades, ya que puedes entrar siendo copy junior, y tras unos años ya habrías aprendido al menos lo básico de diseño, programación, administración y ventas, lo que te daría el perfil perfecto para ir ascendiendo en la agencia y alcanzar un puesto directivo, pero… jamás serás el dueño de la agencia, ese es un hecho. Por ese motivo, uno de los caminos que han tomado muchos emprendedores provenientes de agencias de publicidad es el de “dar el salto” al emprendimiento una vez que tienes estos conocimientos, debido a que en muchos sectores, estos son los pilares básicos para iniciar tu propia empresa.
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No importa tu puesto, si estás en una agencia de publicidad, tienes la capacidad creativa
Llamar “creativos” exclusivamente a los redactores y diseñadores se me ha hecho siempre un grave error. Desde mi perspectiva, todos los que trabajan en una agencia de publicidad, y son parte del proceso de creación de un concepto, pueden ser denominados “creativos”. Así que no importa si tu perfil siempre ha sido el de cuentas o programación, tú tienes lo necesario para crear el nombre, identidad y concepto de tu propia empresa, recuerda que las grandes ideas no sólo vienen de los fantoches de barba y lentes de pasta gruesa.
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Si sobrevives al ritmo frenético de las agencias de publicidad día a día, tienes lo necesario para sobrevivir a la carrera del emprendimiento
La vida de un emprendedor es COMPLICADA, sí, en mayúsculas. Pero créeme, tampoco será algo muy diferente a pelotear hasta las cuatro de la mañana, trabajar tres veces en el mismo concepto por caprichos del cliente, o comer y cenar tacos y hamburguesas tres días seguidos. De hecho, la vida del emprendedor es muy semejante a la del publicista promedio, con la pequeñísima diferencia de que tú no serás solamente responsable de tus victorias y fracasos, sino también de las ganancias que tu proyecto pueda obtener. Así que ya lo sabes, si eres publicista, tienes el ADN que se requiere para ser un emprendedor, todo está en una simple acción: querer convertirte en uno.
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