La mayoría de los logos de autos no son creación de agencias de publicidad ni brand managers entusiastas, sino que son anteriores y, por eso, están basados en escudos familiares, banderas de ciudades y hasta amantes clandestinas. Aquí, la continuación, de la primera parte, de la historia de los 20 logos más icónicos.
Porsche
Este logo combina elementos de dos escudos de armas, el del Estado Libre de Württemberg, al oeste de Alemania, y el de su antigua capital, Stuttgart.
Esta empresa nació en Detroit, EE.UU., pero su primer logo tomó elementos de Escocia, el país de su fundador David Dunbar Buick: un escudo de armas escocés que incluía una gran cresta, una cruz de oro y la cabeza de un ciervo. En 1959 surgió el triple escudo actual, que representa los tres modelos de Buick de aquel entonces: LeSabre, Invicta y Electra.
El Conde Francesco Barraca fue un aviador italiano, héroe en la Primera Guerra Mundial, y que pintó en su avión un caballo saltando (“cavallino rampante”). Al piloto de autos Enzo Ferrari le pidieron que pintara un caballo similar en sus autos de carrera y cuando fundó su escudería en 1929 mantuvo el emblema del caballo, al que le agregó un fondo amarillo en homenaje a Módena, su ciudad natal.
En japonés “mitsu” significa tres, y “hishi” o “bishi” se refiere a la planta de castañas de agua, que tiene forma de diamante o rombo. El logo de Mitsubishi alude al escudo familiar de su fundador, Yatoro Iwasaki, y también al logo de su primer empleador, el Clan Tosa.
En sus orígenes, Peugeot era un molino de granos francés, pero luego comenzó a producir acero, herramientas, bicicletas y, a fines del siglo 19, automóviles. Los hermanos Jules y Emile encargaron un logo para la compañía a mediados del siglo 19, con la intención de aplicarlo en todos sus productos. En 1905, el emblema del león se usó por primera vez en un auto; desde entonces la imagen se ha ido estilizando y en 1975 se empezó a utilizar un león ya mucho más abstracto.
Infiniti es la marca de lujo de Nissan, y estrenó sus dos primeros modelos en 1989. Esta marca japonesa aplicó el concepto de “infinito” en su logo con dos líneas centrales en el medio de un emblema; simbolizan un camino que lleva a un paisaje enorme y desconocido.
La figura que aparece en el frente de estos autos británicos se llama el “Espíritu del Éxtasis” y se supone que se inspiró en una escultura llamada “El susurrador”, basada en la actriz Eleanor Thornton. El escultor Charles Sykes recibió el encargo de crear un logo para el Rolls-Royce de Lord John Montagu, y parece que este le exigió a Sykes usar a Thornton como su musa (cuentan que eran amantes). Luego, cuando a Sykes le pidieron que creara una mascota para todos los Rolls-Royce, entregó una versión modificada de la que había realizado para Montagu. El “Espíritu del Éxtasis” recién se aplicó en todos los autos de la marca en la década de 1920.
El antiguo logo de Chrysler era una estrella de cinco puntas creada en 1962 por el diseñador Robert Stanley, pero se dejó de usar cuando la empresa fue adquirida por la Fiat en 2014. El logo actual con alas está basado en el logo original de Chrysler, que hacía referencia al dios romano Mercurio.
Este extraño logo, con una cruz y una serpiente devorando un hombre, se remonta a la ciudad de Milán y la familia que la gobernaba, los Visconti. El caballero milanés Otone Visconti luchó en las Cruzadas y se dice que derrotó a un sarraceno en batalla y le quitó del escudo el símbolo de una serpiente comiéndose a un hombre. La compañía Alfa Romeo asegura que en realidad la víbora no se está comiendo al hombre, sino que este está saliendo, renovado, de la víbora.
De acuerdo con la leyenda, cuando la compañía estaba siendo creada su fundador Ferrucio Lamborghini estaba en el rancho Miura, donde se criaban toros de lidia. Pero esa no es la única razón por la que hay un toro en el logo: además, Ferrucio era fanático de las corridas de toros, y su signo del zodíaco era Tauro.
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