«¿Qué haces aquí? ¡Regresa a la cocina, que ahí es donde perteneces!»
Si tú como yo, frecuentas juegos en línea, sé que esta frase la has escuchado miles de veces. Yo por lo menos he llegado a encontrarlas más o menos en 4 de cada 10 de mis partidas. Y debo admitir que en algún momento llegó a causarme gracia. Y es que se usan incluso para despreciar a otro hombre, ¡como si el hecho de ser mujer fuera un insulto en pleno año 2018!
¿Pero se han puesto a pensar en cómo se sienten nuestras compañeras gamers?
Imagínense que están en el lobby de su juego favorito. Y que nada más al entrar, te encuentras con todos tus compañeros de equipo burlándose, insultándote e incluso acosándote. No es un sentimiento lindo, ¿cierto?
MY GAME MY NAME es un proyecto en el que varios streamers cambiaron sus nickname por el de una mujer para experimentar el machismo con el que tienen que lidiar en la gran mayoría de sus partidas.
¿El resultado? Frustración total; abusos, insultos, y un acoso exagerado con el que o se salían de la partida, o se resignaban a tener a un tipo a lado haciendo hasta lo imposible para arruinarles la experiencia.
Los eSports han intentado dar solución creando sus propias ligas femeninas para darles la presencia que se merecen en la escena competitiva. Aunque aquí es donde yo les pregunto… ¿Es todavía necesario tener a los hombres y a las mujeres en ligas separadas? ¿O quizá sea hora de volver a innovar, y que los eSports sean los primeros en crear una sola liga mixta? Hmm… quién sabe. En lo que no hay duda es que iniciativas como MY GAME MY NAME conciencian a la comunidad gamer, pero queda en cada uno de nosotros; los jugadores, dar el siguiente paso.
https://vimeo.com/252917292 AUTOR Gerardo Montes de Oca «Amante del cine, de la historia y de las teorías freaky; porque siempre es mejor la versión fantasiosa; la que tiene aliens, dimensiones parelelas y viajes en el tiempo».
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