Las sociedades latinoamericanas estamos atravesando algunos momentos críticos, la corrupción enquistada en los gobiernos sin importar si son de izquierda, derecha o centro, la falta de ética, la deshonestidad visible a diario, la falta de profesionalismo, ejecutivos cuya única razón de existir son los números y los dólares, sociedades que privilegian la destrucción de los recursos, e incluso de sus propios pobladores, en pos de unas pocas empresas a las que además se les condonan millones de deudas impositivas, las crisis parecen ser globales y afectar tanto a países del sur como del norte del continente.
Frente a esta problemática, y como respuesta, aparecen cada vez más y nuevos personajes, algunos más folclóricos que otros, con campañas electorales cada día más incoherentes como candidatas semidesnudas, otros boxeando en un cuadrilátero, etc., esta realidad ha generado pueblos desorientados, olvidando pronto los errores y los horrores de quienes en su momento fueran los funcionarios públicos electos con el voto, siempre esperando una promesa de pan, techo y empleo que cada campaña sigue repitiéndose y que está sumada a una camiseta para que no parezca una oferta sin fundamentos.
Con todo este escenario como antecedente, nace la pregunta: ¿cuál es la verdadera solución a nuestros problemas como países latinoamericanos? Y la respuesta está en nuestro proceder diario, en sociedades con valores y con ética, donde las personas no vean como héroes a narcotraficantes o gobernantes corruptos, futbolista adictos, prostitutas en farándula, entre otros. Requerimos que estas sociedades hagan un cambio de verdad, que entendamos que somos los ciudadanos de a pie los que hacen las transformaciones más profundas, sociedades donde nos escandalicemos porque un gobernante no hace obras o porque no trabaja o porque roba y no tener excusas y dichos absurdos como el famoso “ya sé que roba pero por lo menos hizo algo y no como los otros que robaron pero no hicieron nada” que el cambio empiece con los niños, en las casas y las escuelas, pero lastimosamente, en un sistema donde los politiqueros y los partidos políticos tomaron la educación, hoy es más difícil hacer esta transformación.
La única respuesta es buscar iniciativas totalmente diferentes como la que apareció en Ecuador, país de Sudamérica, quien realizó una propuesta muy importante y muy interesante, pues creó desde hace aproximadamente 10 años, un cómic donde aparece un nuevo héroe, uno diferente y distinto, muy nacional y nacionalista, que además tiene como enemigos a personajes muy conocidos por nosotros: la corrupción, el robo, la impuntualidad, el bullying, en el que toman vida y son súper villanos.
Esta gran iniciativa fue llevada a la pantalla del cine en un cortometraje que ha generado el interés de los niños, esta iniciativa es una apuesta muy importante de la Psicología y la Antropología para hacer cambios reales a mediano y largo plazo, cambios que generen resultados, ya que, si los niños cambian, la sociedad se verá obligada a cambiar, por vergüenza o por convicción, pero cambiar en realidad
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