Luego de tremendos capítulos vividos por distintos países latinoamericanos en relación a la corrupción y otros problemas mundiales que también nos afectan, está la llamada nación invisible, que hoy, conforman 66 millones de migrantes forzados: 23 millones en condición de refugiados y 43 millones que han sufrido desplazamiento por diversos motivos, según las Naciones Unidas, hoy, los latinos seguimos sin un rumbo fijo, seguimos sin entender el camino y creemos que son temas de izquierda o derecha, o peor aún, temas de nombres, seguimos empecinados en poner en la palestra a los caudillos que, según palabras del mismo pueblo, «aunque robaron hicieron obras».
Qué triste es que nuestra sociedad no entienda el cambio que debe dar a la historia, arrancando por un nuevo modelo de educación, un modelo que transforme no solo la malla curricular, sino que ejerza una verdadera influencia en hacernos mejores personas, dejar a los profesores de lado para exigir que sean verdaderos maestros los que estén en las aulas.
La única salvación al pueblo no está en las urnas, por el contrario, está en nuestro día a día, exigiendo –incluso– lo que no tenemos para dar, que las instituciones educativas generen personas con ética y valores, que cada uno de nosotros esté en su día a día viviendo con esa ética y valores que hoy son objeto de burla, que la solidaridad se practique de forma real y no para una selfie.
Hoy, las instituciones del estado son tomadas por corruptos que no se avergüenzan de salir en los medios de comunicación cambiando de color, de camiseta y de discurso, todo por un puesto público, por un salario que de manera directa o indirecta lo paga el pueblo, autos estatales, guardaespaldas, lujos que no podrían darse con su propio dinero.
¿Y si solo por 100 días hacemos lo que debemos hacer y no lo que queremos?
¿Si en nuestro día a día respetamos a los demás y somos honestos con todos los que nos rodean, si exigimos a los buses, taxis, camiones, funcionarios, en fin, a todo nuestro alrededor que hagan las cosas bien, no por lo que puedan ganar con eso, sino por el solo hecho de la satisfacción personal?
Tal vez crean que estoy loco, sin embargo, solo una utopía así puede mejorar nuestra realidad, nuestro mundo.
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