Enviamos el correo, cruzamos los dedos, cerramos los ojos, esperamos…
Algunas respuestas llegan rápido, otras al pasar los días, otras jamás llegan; me gustaría decir que es la última opción la que dio el nombre de este breve pero muy sentido texto, sin embargo son las tres. Del momento de la entrevista no diré mucho, todas son diferentes, todas tienen su chispa, sus WTF y su «¿por qué dije esto?». Lo que viene después del «nosotros te marcamos» es lo que realmente me acongoja y, aclaro de una vez, ni es un reclamo social, ni escribo con odio. Creo en realidad, que tecleo con la esperanza de todo aquel que escribe: que toque el corazón de una o dos personas -con una me basta, de verdad-.
Si llega la esperada llamada o no, siempre, siempre, siempre, queremos respuesta a los porqués.
En la vida diaria sabemos de sobra que un feedback del cliente nos dará la pauta y el camino para ir por el camino correcto (correcto para el cliente, pero bah, ese es otro tema), así que ¿por qué razón no tenemos la mínima intención de hacerlo con las personas que buscan una oportunidad? (hablo en plural porque también me tocó estar del otro lado). Todos -sin excepción- necesitamos un feedback: como clientes, empleados, novios, ex-novios, amigos, hijos, hermanos, padres, jefes, directores y claro, como entrevistados. Queremos tener éxito, queremos hacerlo mejor la próxima vez, queremos saber en qué fallamos; si dimos una percepción que no era, si por querer mostrarnos seguros nos pasamos de soberbios, si pedimos mucho dinero o muy poco -me ha pasado-, si movimos un ojo y pensaron que tenemos un tic nervioso, ¿qué fue lo que pasó? Tal vez necesitaban más de nosotros, tal vez nos falta desarrollarnos en otra área, tal vez no nos faltó nada y sólo quisieron contratar a alguien más -es válido-; lo seguro es que hubo algo en lo que fallamos -o no- y no sabemos/ni sabremos qué fue.
Creo, realmente creo, que al no dar un feedback nos quitamos la oportunidad de cambiar y ser mejores. Oportunidad que todos buscamos, alguna vez en algún momento, en algún lugar.
Así que hoy, escribo para todos, esperando que nos demos más oportunidades, que escribamos de regreso, que demos un feedback y que -claro- estemos dispuestos a recibirlo.
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