Pareciera que cuando hablamos de productividad, todos pensamos en líneas de ensamblaje de computadoras o armadoras de autos, pero lo creativo no debe estar alejado de lo estructurado. Sacar el mayor provecho de nuestro músculo creador, requiere ciertos procesos sistematizados para así encontrar el equilibrio entre el proceso de creación y el de producción.
Anteriormente, ya he abordado el tema de trabajo-productividad y cómo el hombre es un ser activo y creador, así como una pequeña pieza en la vasta maquinaria mercantil donde ser productivo se percibe como parte del desarrollo del individuo.
Partiendo de su definición, la productividad es la relación entre los medios empleados (entrada) y lo producido (salida). Muchos de nosotros entenderíamos que ser productivo sería aumentar nuestro trabajo, pero paradójicamente la productividad radica en ordenar nuestro pensamiento y definir los procesos que mejoren nuestras labores, es lograr más con menos.
Antes de pasar a las herramientas, me gustaría mencionar algunos temas básicos que forman parte del proceso de producción:
Recurso humano. Si las personas involucradas en el trabajo gozan de mayor bienestar al hacerlo, tendrán altos índices de rendimiento. La salud física y psíquica es un factor determinante para que cada sujeto desarrolle sus actividades de manera óptima. Recuerda que trabajar desvelado o crudo tarde o temprano te cobrará la factura.
Organización. Un entorno ordenado aumenta la eficiencia de los procesos y la productividad del equipo. Hacer que cada factor del proceso funcione correctamente dentro del sistema, garantiza fluidez, menor margen de error y que las distintas partes no se estorben entre sí. Si los de cuentas, creativos o clientes tienen clara su responsabilidad, sabrán cómo y cuándo actuar teniendo en cuenta lo que el resto hace.
Tecnología. Usualmente confundimos tecnología como lo último en gadgets, pero en realidad es la ciencia aplicada a la solución de problemas apoyada en instrumentos. Podrás utilizar desde una hoja y lápiz hasta un smartphone, la efectividad de estos puede resultar en un aumento de tu producción personal y del equipo.
Condiciones laborales. Es necesario que cada persona cuente con los materiales esenciales para realizar su labor eficientemente, ya que, de existir carencias la productividad puede verse afectada. Espacios dignos, limpios y seguros bajo jornadas de trabajo-descanso garantizan mejores resultados, el whiskey es opcional.
Una vez entendido lo anterior, acá les comparto algunas técnicas de organización y herramientas para incrementar nuestra productividad.
Método 5’s. En organización y orden los japoneses se pintan solos. Inició en Toyota en los 60’s para lograr lugares de trabajo altamente organizados, ordenados y limpios y así obtener una mayor productividad en un entorno laboral sobresaliente. Denominado así por la primera letra del nombre que designa cada etapa. Seiri: separar innecesarios, Seiton: situar necesarios, Seiso: suprimir suciedad, Seiketsu: señalar anomalías y Shitsuke: seguir mejorando. NOTA: No es necesario ser un ninja…por ahora.
Check-list. Hacer listas pareciera algo bobo pero resulta en una práctica altamente efectiva. Nuestro cerebro es desordenado y muchas veces las tareas sobrepasan su capacidad de retención. La lista de comprobación es una herramienta simple que nos ayuda a evitar el fracaso y está basada en nuestra experiencia. Con ella podremos enlistar las actividades necesarias para llevar acabo nuestros procesos sin necesidad de depender de nuestra memoria. Checa Evernote o Todoist.
Técnica Pomodoro. Método que perfecciona la administración del tiempo dedicado a una tarea. Desarrollado por Francesco Cirillo a fines de la década de 1980, se usa un temporizador para dividir el tiempo en intervalos llamados pomodoro, de 25 minutos de actividad seguidos de 5 minutos de descanso, con pausas más largas cada cuatro pomodoro. Acá algunas apps útiles.
Técnica de los 5 ¿por qué? Desarrollada inicialmente por Sakichi Toyoda, su objetivo principal es determinar la causa raíz de un problema repitiendo la pregunta ¿por qué? Cada respuesta forma la base de la siguiente pregunta y aunque se presume que después de la quinta interrogante se llega a una solución, éstas pueden seguir hasta obtener una respuesta útil.
Ejemplo:
Definición del problema: no tengo ideas para la campaña
¿Por qué? Porque no he tenido tiempo para la junta creativa
¿Por qué? Porque tengo trabajo acumulado de otras cuentas
¿Por qué? Porque hubo falta de información y fue necesario pedirla de nuevo
¿Por qué? Porque no los solicitamos en el brief
¿Por qué? Porque asumimos que el cliente los enviaría
ídem
Antes de implementar cualquiera de las anteriores, analiza los puntos iniciales. Ordenar el pensamiento y optimizar tus condiciones de trabajo te pondrá en un modo más libre al momento de crear. No obstante que existan otras herramientas y técnicas, lo principal es que encuentres la mejor para ti y tu equipo, recuerda que lo creativo no quita lo productivo. Felices trazos.
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